Alfombra roja para Xi Jinping a su llegada al Kremlin. En el segundo día de su simbólica visita a Moscú, el líder chino y el presidente de la Federación Rusa se han encontrado a puerta cerrada antes de firmar dos acuerdos clave y varios acuerdos que fortalecen sus lazos económicos. Vladimir Putin ha remarcado que las relaciones entre Rusia y China están "en el punto más alto de la historia". Según Xi Jinping, "las relaciones entre Moscú y Pekín representan un papel vital para el destino de la Humanidad". Es una asociación que permite a Rusia superar su aislamiento y a China aprovechar las sanciones para reforzar sus lazos económicos con la potencia vecina. Putin ha dicho que coincide con "muchos de los puntos" del plan de paz de Pekín, aunque cree que no hay voluntad en Occidente para suscribirlos.

"Nos guiamos por los principios de la ONU para buscar un arreglo pacífico. Abogamos por la paz y el diálogo", ha señalado el presidente chino, sobre su hoja de ruta para la solución del "conflicto" en Ucrania. "Estamos en el lado correcto de la Historia", ha añadido. Putin ha reconocido que "muchos puntos reflejan el punto de vista de la Federación Rusa y que podrían ser adoptados por Occidente y por Kiev", aunque se ha mostrado escéptico a este respecto, ya que, a su juicio, "no tienen la voluntad de hacerlo".

Xi Jinping ha destacado que Rusia y China van a defender los principios del derecho internacional, como miembros del Consejo de Seguridad. Putin ha señalado que coinciden en que hay más tensiones en un mundo multipolar que ha de mirar a la ONU.

Xi y Putin han impulsado el gasoducto Poder de Siberia 2 y Putin se ha mostrado a favor de utilizar el yuan en el comercio con Asia y América Latina. El comercio bilateral llegó a un récord de 190.000 millones de dólares en 2022. Este año el objetivo es superar los 200.000 millones.

A su vez, Putin ha ofrecido a las empresas chinas que ocupen el sitio que dejaron vacante las firmas occidentales. "Estamos dispuestos a apoyar a las empresas chinas para sustituir las producciones de las empresas occidentales que abandonaron Rusia", ha señalado Putin, según informa la agencia Efe.

Sobre el gasoducto Fuerza de Siberia 2, que pasa por Mongolia, ha declarado: "Estamos hablando de un buen proyecto. Hemos acordado casi todos los parámetros de este acuerdo. Son 50.000 millones de metros cúbicos de gas de suministro fiable y estable procedente de Rusia”, ha dicho Putin, según Sputnik. Este gasoducto dará a Rusia la posibilidad de reorientar las exportaciones que ya no van destinadas a Europa. 

China ha incrementado sus importaciones de energía rusa de 52.800 millones de dólares a 81.300 millones. Rusia es el segundo suministrador de carbón y petróleo de China, según el Centro de Política de Energía Global de la Universidad de Columbia, que cita el Financial Times.  

“Estamos a favor del uso del yuan chino en las liquidaciones entre Rusia y los países de Asia, África y América Latina”, ha indicado el líder ruso. También expresó su confianza en que tales "formas de liquidación se desarrollarán entre los socios rusos y sus homólogos de terceros países”.

El presidente ruso subrayó también que Rusia y China podrían convertirse en líderes mundiales en la inteligencia artificial y el desarrollo de la información, sumando su potencial en estos campos. "Al combinar nuestro rico potencial científico y nuestras capacidades de producción, Rusia y China podrían convertirse en líderes mundiales en el campo de la tecnología de la información, la seguridad de las redes y la inteligencia artificial", ha indicado Putin.

En diciembre pasado, Xi y Putin se pusieron de acuerdo para elaborar dos documentos que ahora han suscrito: una declaración conjunta sobre la profundización de las relaciones Rusia y China de asociación integral e interacción estratégica. Y otro sobre el plan para desarrollar áreas clave de la cooperación económica con el horizonte de 2030.

China como mediadora

Los dos han coincidido que en el ámbito internacional han crecido las tensiones. "Apoyamos el principio de no injerencia", ha indicado Putin. En el curso de la visita, han conversado también sobre la propuesta de 12 puntos que lanzó China cuando se cumplió el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, en palabras de Moscú y Rusia, “el conflicto”.

Putin ha dicho que "muchos de los puntos pueden servir de base para la normalización del conflicto", pero ha recordado que "no hay voluntad por parte de Occidente para aceptarlos". Ha aludido a que el Reino Unido va a suministrar uranio empobrecido a Ucrania. "Occidente va a luchar hasta el último ucraniano. Occidente empieza a usar armas con elementos nucleares". Y Putin ha subrayado que las dos potencias defienden un orden mundial multipolar con prioridad a la ONU.

China se presenta como una potencia con capacidad de mediación entre Rusia y Ucrania. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, confía en conversar con Xi Jinping, cuando termine su viaje a Rusia. Zelenski, que este martes ha recibido al primer ministro de Japón, Fumio Kishida, se muestra dispuesto a escuchar. 

El lunes, Xi expuso a Putin que "la mayoría de los países apoya que se alivien las tensiones" respecto al "conflicto" en Ucrania, según reveló el Ministerio chino de Exteriores. "Las voces racionales y pacíficas van en aumento", añadió. Estas voces quiere, según Xi, que "se promueva la paz y haya conversaciones".

Sin embargo, EEUU y la UE consideran la hoja de ruta de Pekín demasiado favorable al Kremlin. Reconoce el respeto a la soberanía y la integridad territorial de todos los países, pero se muestra contrario a las sanciones y no condena la invasión rusa de Ucrania. Hace un llamamiento al alto el fuego, lo que en estos momentos favorecería a Moscú, que lo aprovecharía para recomponerse después de 13 meses con más derrotas que victorias que apuntarse. 

Es la primera visita de Xi Jinping a Moscú desde la invasión rusa de Ucrania, y desde que asumió su tercer mandato consecutivo. 

Xi ha invitado a Putin, a quien ha llamado “querido amigo”, a visitar China a finales de este año. De esta manera, deja constancia de su rechazo a la decisión del Tribunal Penal Internacional de juzgar a Putin, que se conoció el pasado viernes. 

Las autoridades de Pekín consideran que ese paso es propio de la aplicación de una “doble moral” que caracteriza a Occidente, a su juicio. Según la Casa Blanca, Xi está dando “cobertura diplomática” a Putin. El lunes Xi y Putin ya se entrevistaron durante cuatro horas y media. Acabaron cenando juntos un menú de siete platos, que incluía blinis con setas y caracoles, y concluía con una tarta Pavlova. Todo regado con dos vinos con una denominación llamativa East Slope y West Slope, en alusión al Este y el Oeste. 

Antes de llegar a la capital rusa, el presidente chino explicó por qué había elegido Moscú como primer destino en el inicio de su tercer mandato. “Elegimos Rusia como primera parada de nuestro viaje al exterior por lógica histórica. Somos las potencias vecinas más grandes, y somos socios estratégicos”.  

A Xi y Putin les une, sobre todo, su oposición frontal al orden global que defienden Estados Unidos y la Unión Europea. Cuanto mayores sean los problemas con Washington y Bruselas, más se aproximarán estos dos socios del Este.