La paz es fácil de defender pero difícil de conseguir. ¿Quién no está a favor de la paz en Ucrania? En el gobierno de coalición que encabeza el socialista Pedro Sánchez hay dos visiones sobre la invasión rusa de Ucrania que han quedado de manifiesto en su comparecencia en el Congreso de los Diputados este miércoles: Unidas Podemos defiende que hay que explorar la mediación de China y la propuesta de Lula da Silva para lograr la paz, mientras que Sánchez se aferra a los diez puntos del plan de paz del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

Enrique Santiago, diputado de Unidas Podemos/Izquierda Unida, ha equiparado la expansión de la OTAN con la agresión rusa y ha defendido "las dos principales iniciativas de paz en Ucrania: la de China, y la del presidente Lula de Brasil". Enrique Santiago, que fue secretario de Estado de la Agenda 2030, expresó en la Cámara lo que también suscriben las ministras Irene Montero o Ione Belarra.

Otros diputados como Néstor Rego, del BNG, o Jon Iñarritu García, de EH Bildu, y Albert Botran Pahissa, de la CUP, han aludido también al plan de Lula, que defiende que un grupo de naciones no involucradas en la guerra , "un G-20 de la paz", entablen conversaciones con Rusia y con Ucrania. "Es necesario que EEUU y la UE empiecen a hablar de paz para que podamos convencer a Putin y Zelenski de la paz que interesa a todo el mundo", sostiene Lula.

Si bien Lula apunta que Rusia devuelva los territorios conquistados después del 24 de febrero de 2022, sostiene que Ucrania podría sacrificar Crimea, anexionada ilegalmente en 2014. Para Ucrania, Lula equipara "agredido y agresor".

El presidente brasileño estuvo la semana pasada en China, actor relevante por su especial relación con Rusia. El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, se ha entrevistado este lunes con el jefe de la diplomacia brasileña, Mauro Vieira, en su gira americana. Venezuela ha sido otra de sus paradas. Lavrov agradeció a "la parte brasileña su contribución a la solución de este conflicto que necesitamos resolver de forma duradera e inmediata".

"Lula viene a decir que EEUU y la UE están incentivando la guerra. El planteamiento está desconectado con la realidad de los hechos sobre el terreno. Hay un país agresor, que no ha dado muestras de querer parar la agresión, y que no renuncia a su plan de aniquilación", afirma Nicolás de Pedro, investigador especializado en espacio postsoviético en The Institute for Statecraft de Londres.

"Hablar de paz no trae la paz. Es más, a Rusia estas divisiones en un gobierno europeo les incentivan a seguir la guerra. Lo que dice Lula es perverso porque se olvida de los ucranianos, el pueblo agredido", añade De Pedro.

La posición de China

China presentó un plan de 12 puntos que resume su posición sobre lo que llama "el conflicto" justo cuando se cumplió el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania. Xi se entrevistó el 23 de marzo con Putin en Moscú, donde fue recibido con todos los honores. Allí tuvo ocasión de explicarle el planteamiento de Pekín, al que Putin no puso objeciones.

En esos 12 puntos, China defiende el respeto a la soberanía de todos los países, pero no insta a Rusia a que retire sus tropas del territorio ucraniano. Habla del cese de hostilidades, la reanudación de conversaciones de paz, proteger a los civiles y prisioneros de guerra, mantener la seguridad de las centrales nucleares, en lo que Kiev también incide, facilitar las exportaciones de grano y poner fin a las sanciones unilaterales, a lo que se oponen EEUU y la UE.

"El plan chino en realidad no es un plan, porque falta concreción. Dice por un lado que respeta la soberanía pero implícitamente legitima la agresión rusa. Ni condena la agresión ni pide la retirada de tropas. Con esa entrevista de Xi y Putin, China lanza el mensaje de que no permitirán una derrota estratégica de Rusia, un incentivo para Moscú", afirma Nicolás de Pedro. De momento no hay pruebas de que China preste ayuda militar a Rusia, aunque la visita del ministro chino de Defensa a Moscú, Li Shangfu, este martes, habla de las estrechas relaciones entre las dos potencias, rivales de Estados Unidos.

De esta manera, el plan de Lula y la posición de China, que Unidas Podemos y otros partidos a la izquierda del PSOE defienden como propuestas viables de paz, equiparan al agredido, Ucrania, con el agresor, la Federación Rusa.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha recordado a los diputados de Unidas Podemos y de otros partidos que han aludido a las propuestas de Lula y la posición de China que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha presentado un plan de paz de diez puntos. Sánchez ha dicho que expuso al presidente Xi este plan cuando se vieron en Pekín el úlde marzo.

Para Sánchez, "hemos de hacer caso al país agredido". Si no se hace, "Putin volverá a anexionarse más territorios en breve: hablen con dirigentes de la zona, como Moldavia". Ha señalado que le ha pedido a Zelenski que hable con otros dirigentes del Sur Global para que se sumen a su iniciativa. Ucrania tiene escasa presencia diplomática en América Latina, por ejemplo, y le resulta difícil hacerse escuchar allí, donde la Federación Rusa lleva actuando largo tiempo.

Zelenski aboga en los 10 puntos que presentó en la cumbre del G20 celebrada en Bali en noviembre pasado por la seguridad radiológica y nuclear; la seguridad alimentaria y energética; la liberación de presos y deportados, entre los que hay miles de niños ucranianos; la integridad territorial de Ucrania y la defensa de la Carta de la ONU; la retirada de todas las tropas rusas de todo el territorio de Ucrania, y el cese de hostilidades; la creación de un Tribunal Especial de crímenes de agresión y abrir la vía a las compensaciones; la protección del medio ambiente; y una arquitectura de seguridad que evite nuevas agresiones.

Enrique Santiago, secretario general del PCE, sostiene que "iniciar un proceso de paz en Ucrania con la propuesta de Zelenski no es viable. Un beligerante nunca acepta la propuesta del contrario. Los procesos de paz eficaces requieren mediación". Pero Ucrania es la víctima. No es un país beligerante, algo que se olvida. ¿Diría lo mismo de los territorios ocupados por el régimen nazi en la Segunda Guerra Mundial? ¿Eran beligerantes?

Según Nicolás de Pedro, "Rusia nunca va a permitir que ni siquiera una Ucrania reducida forme parte de la Unión Europea. Ni siquiera aunque se comprometiera a no integrarse en la OTAN. Rusia no quiere una Ucrania próspera porque sería un peligro para los dirigentes del Kremlin". Es decir, el pueblo ruso podría querer lo mismo.

El diputado Iñarritu García, de EH Bildu, ha sugerido al presidente del gobierno español que abandere una iniciativa de paz durante la presidencia española del Consejo de la UE. Para De Pedro, lo fundamental sería que España pueda impulsar el acceso de Ucrania a la UE con un mensaje potente que deje claro que Ucrania será miembro de la UE y forma parte de la familia europea. Así se garantizaría la supervivencia de Ucrania y de los ucranianos".