Nueva noche de violencia en Francia. Unas 667 personas han sido detenidas en Francia este jueves, según datos proporcionados por el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en el marco de las protestas por la muerte a tiros del joven Nahel de 17 años el martes a manos de un agente al darse a la fuga en un control policial. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha convocado este viernes de nuevo un gabinete de crisis.

La gran mayoría de las operaciones policiales han tenido lugar en la región de París. Gran parte de los detenidos tienen entre 14 y 18 años. "Estos arrestos récord reflejan la firmeza con la que ha ordenado actuar el ministro", ha declarado una fuente cercana a Gérald Darmanin al periódico Le Figaro.

Agentes de policía detienen a un manifestante durante los enfrentamientos en el barrio parisino de Nanterre.

El propio gobierno francés dio "instrucciones sistemáticas de intervención a la Policía" y ha mostrado su apoyo a las fuerzas de seguridad del país "que están haciendo un valiente trabajo", según ha comunicado cerca de medianoche a través de Twitter.

"Los actos cometidos son insoportables e inexcusables", ha dicho la primera ministra, Élisabeth Borne, después de reunirse con el gabinete en Matignon para hacer balance de la violencia de la noche pasada."Quiero reiterar mi apoyo y confianza a los policías, gendarmes y bomberos que cumplen valientemente con su deber", escribió. El partido que lidera Marine Le Pen, Agrupación Nacional, ha demandado que se instaure el estado de emergencia en los barrios donde ha estallado la violencia.

A las tres de la madrugada la situación en Nanterre, en la periferia de París, llegó su punto más álgido cuando se comenzaron a quemar coches, contenedores y todo tipo de mobiliario urbano.

Miles de personas se concentraron este jueves en Nanterre para protestar por la muerte del joven Nahel, que recibió un disparo a bocajarro tras negarse a atender las demandas de la policía cuando iba al volante de un vehículo.

La madre de Nahel, que asistió a la manifestación en Nanterre, hizo un llamamiento a la calma. A través de sus abogados, el policía que mató a Nahel, que está detenido, ha pedido perdón a la familia. El Gobierno francés ha desplegado 40.000 policías y gendarmes para contener la violencia en todo el país.

La llamada marcha blanca, convocada por la madre del joven, de origen argelino, desfiló por las calles de Nanterre hasta terminar en los juzgados, donde poco antes el fiscal de la ciudad, Pascal Prache, determinó que el agente implicado en el caso debe permanecer en prisión provisional como sospechoso de un delito de homicidio. El fiscal dijo que el policía no tenía autorización para el uso de armas de fuego.

En barrios como Nanterre muchos ven la muerte de Nahel como un símbolo de los abusos policiales que se dirigen especialmente contra personas de color o de origen magrebí. Un joven manifestante confesaba a Euronews: "Nahel representa a la ciudad de Nanterre y lo que ocurre a menudo en los barrios. Hay muchos casos de violencia de los que nadie habla. No somos iguales. Este caso ha saltado a los titulares, pero hay muchos que murieron en el anonimato. Pero el hecho de que todos estemos hoy aquí quiere decir algo: ya estamos hartos".