La oleada de disturbios en Francia por la muerte a manos de la Policía de un adolescente negro de 17 años en la ciudad de Nanterre, en las afueras de París, continúa. Al menos 150 personas ha sido detenidas esta madrugada en la segunda noche de incidentes.

El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, ha condenado los actos en una publicación en su cuenta de Twitter: "Una noche de violencia intolerable contra los símbolos de la República: ayuntamientos, escuelas y comisarías incendiados o atacados. 150 personas detenidas".

La muerte del joven Naël por los disparos de un policía que alegó haber utilizado su arma en legítima defensa -una versión desmentida por las imágenes en vídeo del suceso- ya había generado disturbios la noche anterior en la que hubo una treintena de detenidos, una cuarentena de vehículos incendiados y 24 policías heridos.

En su mensaje, el ministro del Interior francés pidió "apoyo para los policías, gendarmes y bomberos que se enfrentaron valientemente al ataque" de los autores de los altercados, y se quejó de quienes están azuzándolos. "Vergüenza para quienes no llamaron a la calma", agregó.

El miércoles, tras la primera noche de incidentes violentos, concentrados sobre todo en Nanterre y otras ciudades del extrarradio de París, el presidente francés, Emmanuel Macron, y varios miembros de su gabinete hicieron llamamientos a la calma y expresaron su solidaridad con la familia del Naël, al subrayar que su muerte es "inexplicable e inexcusable".

Naël, un joven negro que el martes por la mañana conducía sin permiso un Mercedes deportivo amarillo de alquiler por las calles de Nanterre, fue detenido por una pareja de motoristas de la Policía, uno de los cuales, según se ve en un vídeo grabado por un testigo, le dispara a bocajarro por la ventanilla del conductor en cuanto el joven arranca el vehículo para huir.