"Nos ocultan la verdad". Anna Paulina Luna, congresista republicana por Florida, del ala trumpista, ha sintetizado la sensación que tuvieron muchos de los que siguieron el miércoles una audiencia sobre los ovnis, digna de una serie de ciencia ficción. "Es inaceptable que se siga incitando a los estadounidenses a pensar que esto no está pasando o que es posible que existan formas de vida inteligente además de la humana", ha remarcado la congresista, quien asegura que casi el 70% de los americanos coincide con ella en que el gobierno no informa adecuadamente sobre los ahora llamados "fenómenos atmosféricos no identificados". 

Nacida como Anna Paula Mayerhofer hace 34 años en California, Luna es de origen mexicano por parte de madre, y fue elegida congresista en las elecciones del pasado noviembre. Aunque hace años apoyó a Obama, es una firme partidaria de Trump, de quien dice que es "el mejor presidente de la historia de Estados Unidos". Trump sigue siendo el aspirante a la Presidencia favorito en los sondeos, a pesar de sus múltiples complicaciones con la Justicia.

Luna, de origen humilde, dio un giro a su vida al ingresar en el Ejército del Aire. De ahí le viene su defensa del derecho a las armas. Logró un permiso de las Fuerzas Armadas para estudiar Biología y también para posar como modelo. Con armas muchas veces. Está casada con un ex combatiente en Afganistán. 

En la excepcional audiencia en el Congreso, Anna Paulina Luna estuvo entre los representantes que se quedaron con ganas de más. Tanto republicanos como demócratas. Entre quienes interrogaron a los tres ex militares también estuvo la demócrata Alexandria Ocaso-Cortez, en las antípodas ideológicas de Anna Paulina Luna. Uno de los comparecientes, ex analista de Inteligencia, mantiene que el gobierno tiene restos de ovnis y de "inteligencia no humana". El Pentágono lo ha desmentido.

El senador demócrata Chuck Summer y el republicano Mike Rounds introdujeron este mes de julio una propuesta de ley para que el gobierno informe de los alistamientos de ovnis y que se desclasifiquen los datos. Aún queda camino por recorrer. 

Las primeras revelaciones las destapó The New York Times en 2017 con un artículo en el que se refería a un programa de identificación de amenazas aerospaciales del Departamento de Defensa. Lo puso en marcha el fallecido Harry Reid, que fue senador por Nevada, el estado en el que se encuentra el Área 51, una base militar secreta que se relaciona con estos avistamientos.

En 2020 el Pentágono difundió varios videos de pilotos que habrían observado fenómenos inexplicables. Oficialmente no se consideraba probado que tuvieran relación con vida extraterrestre pero tampoco se descartaba. 

En abril pasado, Sean Kirkpatrick, jefe de investigación de anomalías en múltiples dominios (AARO, en inglés), se refirió en el Senado a los 650 casos de objetos voladores no identificados por pilotos estadounidenses que se investigan. De todos estos casos, la mayoría, dijo, son fácilmente explicables: desde drones a bolsas de plástico. "No hemos encontrado hasta ahora ninguna evidencia seria de actividad extraterrestre, tecnologías de otro mundo u objetos que desafíen las leyes de la física", dijo el doctor Kirkpatrick en primavera. 

Tres testimonios reveladores

La comparecencia de tres militares retirados en el Congreso sobre estos fenómenos ha atraído el foco mediático este miércoles. "No esperen que vayan a aparecer hombrecillos verdes o platillos volantes. Vamos a los hechos. Queremos revelar lo que está oculto", dijo el congresista republicano Tim Burchett.

Con ese propósito escucharon los testimonios de David Grusch, ex funcionario de Inteligencia y ex oficial de la Fuerza Aérea que investigó estos fenómenos para el gobierno, y dos ex pilotos, David Fravor y Ryan Graves. David Grusch confesó a la congresista Anna Paulina Luna que ha temido por su vida por sus revelaciones sobre los ovnis. 

El interrogatorio a David Grusch por parte de varios congresistas revela mucho por lo que dice y por lo que deja entrever. En varias ocasiones se refiere a que ha dado la información a la comisión de Inteligencia y da a entender que ha recibido presiones para no ser más explícito. Reproducimos alguna de sus contestaciones a los congresistas, aunque no por orden cronológico.  

Robert García (demócrata, California): En su opinión, ¿cree que nuestro gobierno tiene ovnis en su poder? 

David Grusch: Sí.

R.G: ¿Dónde?

D.G: Conozco las localizaciones y las he dado a la comisión de Inteligencia. 

Tim Burchett (republicano, Tennesse): ¿Tiene el gobierno de EEUU evidencias de vida extraterrestre u otras formas de inteligencia?

D.G: Sí. Utilizaría el término “inteligencia o humana”. 

T.B: ¿Desde cuándo existen estas evidencias?

D.G: Desde los años 30.

T.B: ¿Sabe de alguien que haya sufrido algún daño por revelar tecnología extraterrestre? 

D. G: Sí. 

T.B: ¿Sabe de alguien que haya sido asesinado?

D.G: He de tener cuidado. He informado a las autoridades competentes a ese respecto. 

Nancy Mace (republicana, Carolina del Sur): Usted dice que el gobierno posee aeronaves no humanas. ¿Cree que ha habido contactos con inteligencia extraterrestre?

D.G: Esto es algo de lo que no puedo hablar en público.

N.M: ¿Hay restos de los tripulantes? ¿Son humanos o no humanos?

D.G: No humanos, según quienes estaban en el programa.

N.M: ¿Está documentado?

D.G: No puedo especificarlo.

N.M: ¿A qué agencias e individuos deberíamos llamar a testificar en próximas vistas?

D.G: Puedo darle una lista al finalizar esta comparecencia.

Anna Palina Luna (republicana, Florida): ¿Por qué prefiere hablar de "inteligencia no humana"? 

D.G: Es algo complejo. Prefiero tener la mente abierta sobre su origen. 

Añade Grusch que los programas sobre estos fenómenos se financian con lo que se llama fondo de reptiles, o malversación de fondos, pero no dio detalles en público. Reconoce que él en persona no ha visto ovnis ni nada parecido a alienígenas.

En una entrevista previa en NewsNation, Grusch afirmó que el gobierno poseía naves extraterrestres "muy grandes, como del tamaño de un campo de fútbol". En Le Parisien, dijo que Estados Unidos tenía en su poder una "nave parecida a una campana" que el gobierno de Benito Mussolini había recuperado en el norte de Italia en 1933. No fue tan explícito en su comparecencia.

Garrett Graff, un periodista que está escribiendo un libro sobre ovnis, subrayó que le parecía interesante lo que Grusch no había dicho por estar bajo juramento. "Ha sido cuidadoso".

Otro de los testigos fue Ryan Graves, ex piloto, que fundó Americans for Safe Aerospace, quien ha asegurado que vio fenómenos extraños en el cielo sobre la costa del Atlántico "cada día durante al menos dos años". Graves ha confirmado que no se trataba de avistamientos "raros ni aislados" y que tripulaciones militares y comerciales enteras fueron testigos directos.

Eran cubos de color gris oscuro o negro dentro de una esfera transparente, donde le vértice de los cubos tocaba el interior de la esfera"

Graves era piloto de un F-18 destinado en Virginia Beach en 2014, cuando su escuadrón empezó a detectar objetos desconocidos. Los describió como "cubos de color gris oscuro o negro… dentro de una esfera transparente, donde el vértice o las puntas de los cubos tocaban el interior de esa esfera". Ha relatado que un compañero piloto le habló de un incidente a unas 10 millas de la costa, en el que un objeto voló entre dos F-18 y se acercó la aeronave. En aquel momento no se reconoció el incidente ni hubo forma de informar del encuentro.

David Fravor se hizo conocido como el piloto que avisó un objeto parecido a un caramelo TicToc en 2004. Ha descrito que era un objeto de forma ovalada, liso y sin costuras que flotaba sobre el agua antes de ascender unos 12.000 pies rápidamente y desapareció. Un minuto después estaba a 60 millas, unos 96 kilómetros.

"La tecnología que usaban era muy superior a cualquier cosa que nosotros conocíamos. Ni siquiera ahora o en 20 años tendremos algo similar", ha sentenciado sobre aquel incidente en 2004.

Tanto los congresistas como los ex pilotos y el ex experto de Inteligencia coinciden en que es necesaria la transparencia. "Si todo el mundo pudiera ver los datos de sensores y vídeo de los que fui testigo, nuestra conversación nacional cambiaría", ha dicho Graves.

Y ha añadido: "Insto a que dejemos a un lado el estigma y abordemos el problema de seguridad y protección que este tema representa. Si estos fenómenos son drones extranjeros, se trata de un problema urgente de seguridad nacional. Si se trata de otra cosa, es un problema para la ciencia. En cualquier caso, los objetos no identificados son una preocupación para la seguridad de los vuelos. El pueblo estadounidense merece saber lo que ocurre en nuestros cielos. Hace tiempo que debería haberse hecho".

Es lo que demanda Anna Paulina Luna, junto a otros congresistas, ávidos por saber qué hay de cierto sobre estos fenómenos.