Poco se sabe de la Premio Nobel de la Paz birmana Aung San Suu Kyi, de 76 años, desde que fue encarcelada tras el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021. La Junta Militar ha anunciado que se beneficiará de un indulto parcial por cinco cargos y ha dejado su confinamiento en soledad. Aún así no saldrá en libertad.

A su vez, los militares han vuelto a retrasar la convocatoria de elecciones, que ya no podrán realizarse este año. Han prorrogado el estado de emergencia seis meses más por la falta de medidas de seguridad.

El gobierno de Aung San Suu Kyi, elegido en elecciones democráticas, fue derrocado por los militares el 1 de febrero de 2021. La líder birmana, la persona más popular del país, fue condenada a diversos cargos por fraude electoral, corrupción, incitación a la rebelión, que suman 33 años de cárcel.

El perdón anunciado se refiere a cinco cargos, así que previsiblemente seguirá en prisión, en el mejor de los casos bajo arresto domiciliario. La BBC sostiene que ya se encuentra en este régimen. Desde el golpe solo se ha visto a la dirigente una vez.

El golpe militar lo perpetraron después de que la Liga Nacional para la Democracia de Aung San Suu Kyi arrasara en las elecciones de noviembre de 2020, como ya había hecho en 2015. La Premio Nobel de la Paz estuvo 15 años bajo arresto domiciliario en Rangún durante la anterior junta militar, en el poder entre 1962 y 2011.

Desde que los militares derrocaron al gobierno democrático se enfrentan a las Fuerzas para la Defensa del Pueblo, brazo armado del Gobierno de Unidad Nacional, formado por diputados electos en 2020 que reclaman ser la representación legítima del pueblo.

El indulto parcial a la líder birmana forma parte de una amnistía a más de 7.000 presos con motivo de una festividad budista. Todo aquel que cuestione a los militares se arriesga a ser encarcelado. Más de 19.700 personas están detenidas, según la Asociación de Asistencia a Presos Políticos de Birmania.