Tras días de intenso trabajo, el equipo de bomberos españoles desplegado en la ciudad libia de Derna regresa esta noche a casa. Las inundaciones provocadas por un medicán, un ciclón tropical mediterráneo, y la rotura de dos presas en las inmediaciones de la urbe dejan más de 11.300 muertos; 10.000 desaparecidos y 40.000 desplazados. Una tragedia que cumple una semana con escasas probabilidades de hallar supervivientes.

"Desgraciadamente, hemos realizado nuestro trabajo sin el éxito esperado de poder sacar a alguien vivo", reconoce Moisés Belloch, uno de los bomberos españoles desplegados en Libia en una misión que concluye este domingo. Está previsto que el vuelo de regreso parta esta misma noche desde el país árabe.

"Hemos cumplido nuestra misión porque hemos acabado con todas las zonas asignadas donde existía la probabilidad de que pudiera querer a alguien con vida", relata. "El objetivo para el que nos han movilizado era registrar y dejar constancia de que no quedaba nadie vivo en esa zona para introducir la maquinaria pesada, empezar a limpiar la zona y extraer el gran número de cadáveres que se encuentran aún atrapados entre esos edificios y que parcialmente han sido inundados por el agua", agrega.

El pasado jueves un equipo formado por la Unidad de Rescates (UREC) del Consorcio de Bomberos de Valencia y la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias (IAE) comenzaron sus trabajos en Derna, una ciudad de 90.000 habitantes arrasada por las lluvias torrenciales. Se trasladaron al país con ocho perros, dos drones y dos sensores que han ayudado en la búsqueda de supervivientes sin éxito.

"Hemos cumplido nuestra misión"

"Este tipo de trabajos es duro. No te llevas la recompensa, el éxito o la satisfacción de haber rescatado a los supervivientes, pero sí nos vamos contentos porque hemos cumplido con el trabajo que veníamos a realizar y lo hemos realizado perfectamente. Hemos ayudado a que puedan entrar las máquinas con la seguridad de que no pueden añadir más víctimas de las que ya han provocado la propia catástrofe", comenta Belloch.

Precisamente la ONU ha advertido este domingo que la cifra de fallecidos podría seguir aumentando. "Se espera que estas cifras aumenten en los próximos días y semanas a medida que los equipos de búsqueda y rescate trabajen incansablemente para encontrar supervivientes", indica el organismo internacional.

La ayuda internacional ha comenzado llegar a la zona afectada por la catástrofe, entre temores de que la situación propague enfermedades entre los supervivientes. La ayuda incluye medicamentos esenciales, alimentos, tiendas de campaña, mantas y kits de higiene, así como maquinaria pesada para ayudar a retirar los escombros y bolsas para cadáveres para permitir su traslado. Según la ONU, más de 1.000 personas han sido enterradas en fosas comunes.