Poner en contexto la realidad de lo que está sucediendo a partir de las estadísticas con el objetivo de diseñar la asistencia en una emergencia. Es el objetivo desde hace años de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), dependiente de la secretaría de las Naciones Unidas. Su análisis en cifras de los últimos 15 años del conflicto palestino-israelí arroja además luz sobre la contienda que lleva décadas desangrando Oriente Próximo.

Unas estadísticas que no recogen los datos del ataque de Hamás contra Israel lanzado el sábado y condenado por la comunidad internacional. En el ataque sorpresa, el grupo armado islamista palestino mató a unos 700 israelíes, según los medios de comunicación, y secuestró a a más de cien personas mientras sembraba el pánico en las ciudades israelíes. En respuesta al ataque, la aviación israelí bombardeó el domingo bloques de viviendas, túneles, una mezquita y casas de funcionarios de Hamás en Gaza, matando a más de 400 personas, entre ellas 20 niños. Los ataques han desplazado ya a 123.538 palestinos en Gaza, según la ONU.

El personal de la OCHA recopila periódicamente información las víctimas relacionadas con el conflicto y la introduce en la base de datos de protección de civiles, tras revisarla y verificarla. Por regla general, para que un incidente se introduzca en la base de datos debe ser validado por al menos dos fuentes independientes y fiables. Las excepciones a esta norma son los incidentes con heridos israelíes, en los que la información suele basarse en informes de los medios de comunicación.

Desde enero de 2008 y hasta septiembre de 2023 la ONU ha registrado 6.407 palestinos muertos frente a los 308 israelíes. La base de datos solo incluye "las víctimas que son resultado de enfrentamientos entre palestinos e israelíes en el contexto de la ocupación y el conflicto".

No se incluyen los incidentes que causaron víctimas y que no implicaron enfrentamientos directos, como retrasos en los accesos, uso imprudente de armas, artefactos explosivos sin detonar y derrumbamiento de túneles. También se excluyen las personas que murieron o resultaron heridas en incidentes relacionados con el conflicto que tuvieron lugar en Israel y no implicaron a residentes en los territorios palestinos ocupados.

Vehículos arden en la ciudad israelí de Ashkelon tras el lanzamiento de cohetes desde Gaza.
Vehículos arden en la ciudad israelí de Ashkelon tras el lanzamiento de cohetes desde Gaza.

En los últimos tres lustros la ONU ha contabilizado 152.560 palestinos heridos frente a los 6.307 israelíes. Heridos se refiere a las personas que sufrieron lesiones físicas en un incidente relevante y recibieron tratamiento médico en una clínica u hospital, o por personal paramédico en el lugar del incidente. Esto incluye a las personas que recibieron tratamiento debido a asfixia por gas lacrimógeno. No se incluyen las personas tratadas por shock psicológico.

Las estadísticas solo computan civiles, entendidos como aquellos que no son miembros de las fuerzas de seguridad (incluida la policía) ni cumplen una función de combate dentro de un grupo armado. La clasificación de una víctima como "civil" no implica la legalidad de su muerte o lesión. La determinación sobre la filiación de los palestinos muertos durante las hostilidades en Gaza corrió a cargo de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, en su calidad de coordinadora del Grupo de Protección.

Las estadísticas muestran con crudeza las tres principales escaladas registradas en estos últimos 15 años, en plena reactivación del conflicto y con la incertidumbre aún de las dimensiones exactas de la coyuntura actual. Hasta la fecha las etapas de mayor conflicto y, por tanto, mayor número de víctimas y heridos se corresponden con diciembre de 2008-enero de 2009, noviembre de 2012 y julio-agosto de 2014.