La delegación del Mossad abandonó hace más de una semana Doha. Los principales líderes de Hamás, algunos con residencia permanente en el país, tampoco se hallan estos días en Doha. Pero la mediación qatarí asegura tener “los canales abiertos” con ambas partes mientras la operación militar israelí sigue golpeando la Franja de Gaza, con al menos 300 muertos en las últimas 24 horas, y los países árabes advierten de la intención israelí de lograr un desplazamiento forzoso de la población gazatí hacia Egipto y tomar el control del territorio.

“En estos momentos continuamos las negociaciones. Obviamente, la pausa terminó cuando ambas partes no pudieron presentar listas viables para el octavo día y, por tanto, no se cumplieron los parámetros del acuerdo. Sin embargo, los canales de comunicación siguen abiertos. Nuestros negociadores siguen hablando con ambas partes”, admite a El Independiente Majed al Ansari, portavoz oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores qatarí y uno de los principales intermediarios en las negociaciones que consiguieron a finales de noviembre una semana de tregua que permitió la liberación de 109 rehenes israelíes y extranjeros.

Necesitamos una tregua más sostenible y no solo una pausa que se renueve día a día

“Ahora consideramos que deberíamos aspirar a un acuerdo más amplio que resolviera por completo la cuestión de los rehenes y que condujera a una pausa más sostenible que desembocara en un alto el fuego completo”, desliza Al Ansari. A pesar de los últimos reveses, los qataría mantienen la determinación de contribuir a un cese de las hostilidades. “Seguimos adelante sin descanso, a pesar de los desafíos. Y desde el primer día hemos tomado la decisión, a través de nuestros dirigentes, de que todo lo que se pueda hacer al respecto, lo haremos, independientemente de la exposición que estemos soportando, de los retos a los que nos enfrentemos o de la imposibilidad de la situación sobre el terreno, porque cada día que retrasamos nuestra labor de mediadores, se pierden más vidas”, subraya.

Majed al Ansari, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar. | FRANCISCO CARRIÓN

Un acuerdo que incluya a los soldados israelíes

“Necesitamos un acuerdo que aborde la cuestión de los rehenes de forma holística y no por partes, que aborde una tregua más sostenible, y no sólo una pausa por cada día que se renueve. Y necesitamos un acuerdo que aborde todas las cuestiones al mismo tiempo. Por tanto, hablar de acceso humanitario a través de Rafah, abrir otros corredores, garantizar que la ayuda llega al norte, el agua y la electricidad y las comunicaciones, la capacidad de trasladar a personas dentro y fuera de Gaza para prestar asistencia, pero también a quienes deseen marcharse. Todo esto debe formar parte de este nuevo acuerdo”, establecen desde Doha.

El mediador qatarí admite que uno de los obstáculos para la continuación de la tregua fue el desacuerdo sobre si aún quedan rehenes civiles en Gaza. Israel insiste en un extremo que niegan desde Hamás. Doha entiende que hay que comenzar a hablar del canje de soldados israelíes, mujeres y hombres, por presos palestinos en cárceles israelíes. “El acuerdo original era específicamente para mujeres y niños, y la lógica era pasar de las mujeres y los niños a los hombres civiles y a los soldados. Y ahora esperamos poder llegar a un acuerdo más amplio que incluya un lenguaje que todas las partes puedan aceptar para que todos los rehenes sean liberados. Sin embargo, la escalada sobre el terreno no permite que esto ocurra en estos momentos. Pero confiamos en que, con nuestra incesante presión, la de nuestros socios en la región y con la ayuda de Estados Unidos, conseguiremos que la gente vuelva a la mesa de negociaciones”.

Sabemos que nadie tiene influencia sobre Israel excepto los estadounidenses

Desde Doha se considera que podría haber avances pronto y que los resultados obtenidos hasta ahora indican que “el diálogo es el camino”. Recalcan que los rehenes que ha recobrado hasta ahora la libertad lo han hecho a partir de negociaciones y “no a través de la campaña militar israelí, que ha fracasado” en sus misiones de rescate de personas en cautiverio. “60 días después de su inicio, ninguno de los rehenes israelíes fue liberado y hay indicaciones reciente de que hubo una operación de rescate que provocó la muerte de un rehén”, apuntó este domingo el primer ministro qatarí.

Para Al Ansari, resulta vital la pieza estadounidense y su capacidad de ejercer presión sobre Israel. “Y, obviamente, es la influencia de Estados Unidos sobre Israel lo que ayudará a alcanzar un acuerdo. Y siempre estamos hablando con nuestros socios en Estados Unidos sobre la necesidad de que presionen aún más en favor de la paz en este sentido, porque al final, sabemos que nadie tiene influencia sobre Israel excepto los estadounidenses”.

"No es lógico querer destruir a Hamás"

Desde Qatar admiten, además, que no tienen claro el objetivo final del Gobierno de Benjamin Netanyahu y se niegan a hablar del día después. También son escépticos sobre el realismo de esos propósitos. “Hemos estado recibiendo diferentes escenarios sobre cuál es el final del juego para los israelíes, y tenemos que ser realistas sobre cuál es el final del juego. Porque decir que se quiere acabar con Hamás por completo no es lógico. Según las estimaciones internacionales, en Gaza hay entre 30.000 y 40.000 combatientes. Pero el problema de Hamás no son los 30.000 o 40.000 combatientes que hay en Gaza. Es la ideología de Hamás la que permanecerá, y probablemente será más fuerte”, avisa Al Ansari.

Pronostican, además, que los ataques israelíes sobre Gaza no solo no están debilitando a Hamás sino que están ampliando su base de apoyos y también el respaldo a la causa palestina y sus 75 años de lucha. “La simpatía por la causa de la resistencia, por la causa del Estado palestino, es algo que encontrarás en todos los palestinos, y no sólo en los palestinos. Si nos fijamos en la opinión pública del mundo árabe y musulmán actual, si nos fijamos en la opinión pública de Occidente, el apoyo a la causa palestina está creciendo”.

Nuestro objetivo colectivo es llegar a una situación en la que los israelíes puedan sentirse seguros y los palestinos también

Uno de los desafíos actuales, reconocen altos cargos qataríes, es seducir a los israelíes y mitigar sus deseos de mantener una operación militar con efectos desestabilizadores para una región ya en llamas. “Tenemos que convencer a los israelíes de que deben aceptar un acuerdo, en primer lugar, por razones humanitarias y, en segundo lugar, porque su propia seguridad exige que esta guerra termine lo antes posible. Cada día que pasa, las perspectivas de paz para israelíes y palestinos disminuyen más. Nuestro objetivo colectivo ahora mismo es llegar a una situación en la que los israelíes puedan sentirse seguros, los palestinos puedan sentirse seguros. Todo el mundo en la región pueda sentirse seguro. En este momento, nadie está seguro”, confiesa Al Ansari.

El resto ahora es reconstruir la breve confianza que llevó a la primera pausa humanitaria. “Se empieza con un pequeño acuerdo como prueba de confianza, y luego se sigue construyendo. Cada día de paz es un día en el camino hacia la paz. Y esto es lo que tenemos que hacer ahora. Desde el primer día tenemos cuatro prioridades: poner fin a la guerra, abrir corredores humanitarios, asegurarnos de que no se produce un desbordamiento regional de esta guerra y devolver a todos los rehenes y prisioneros a sus familias”.