Desde que comenzara la guerra en Gaza el secuestro de barcos por el grupo rebelde chií de los hutíes ha puesto en jaque el comercio en una de las rutas más transitadas del planeta. Las empresas navieras buscan alternativas mientras Estados Unidos acaba de lanzar una coalición militar para tratar de eliminar la amenaza. Y, entretanto, los piratas, el grupo rebelde chií de los hutíes que controlan amplias zonas de Yemen disfrutan del momento en fiestas y exhibiciones de bailes tradicionales a bordo de las embarcaciones.

El Galaxy Leader, el carguero con bandera de Bahamas y propiedad al menos parcialmente de un magnate israelí, se ha convertido en una atracción turística desde que el pasado 19 de noviembre fuera asaltado por tropas hutíes y trasladado al puerto de Hodeida, en el norte de Yemen y con las mayores instalaciones portuarias del país. Desde entonces, permanece atracado en uno de sus muelles ante el furor de la población. A golpe de vídeos en TikTok han emergido detalles de la vida festiva que se sucede a bordo del barco.

Mascando khat

Es un estimulante que provoca mayor sociabilidad, excitación, pérdida de apetito y euforia

En una de las escenas, uno de los tripulantes del Galaxy Leader -identificado como el capitán- masca Khat o qat, la bautizada como “Coca del Yemen”, una droga ampliamente cultivada y empleada en Yemen en reuniones y actos colectivos para socializar pero también para reducir la fatiga o el apetito o mejor la atención.

Las plantaciones de esta planta que contiene alcaloide catinona, un estimulante que provoca mayor sociabilidad, excitación, pérdida de apetito y euforia, y es similar a las anfetaminas se han disparado en los últimos decenios en los confines yemeníes y son un floreciente negocio en la nación más pobre de la Península Arábiga, arrasada por más de una década de guerra civil, el hambre o las enfermedades como el cólera o la difteria.

Uno de los tripulantes del Galaxy Leader masca khat.

El capitán luce feliz a la vez que mastica la planta y disfruta de un concierto de laúd. Otro los divertimentos a bordo es el espectáculo de bailes tradicionales en la cubierta del Galaxy Leader, con el atuendo habitual de los hutíes y su correspondiente cinturón con daga.  Los rebeldes hutíes guardan desde su indumentaria la tradición del norte del país: lucen un “thoob”, túnica de color claro; una chaqueta oscura; un chal marrón sobre los hombros; y la “jambiyya”, una daga curva ajustada a la altura de la cintura por un ancho cinturón ornamental.

En otras imágenes los secuestradores fuman shisha (pipa de agua) o pisotean con sus sandalias banderas imaginarias de Estados Unidos o Israel entre insultos al enemigo. 17 miembros de la tripulación del Galaxy Leader son filipinos, y los ocho restantes son ciudadanos búlgaros, rumanos, ucranianos y mexicanos. Los autores del secuestro aseguran que no causarán daños a la tripulación que aguarda estoicamente el desenlace del incidente.

Yemeníes fuman shisha a bordo del barco secuestrado.

Amenaza al 10% del comercio mundial

Los hutíes o Ansar Alá (“Los partisanos de Alá”, la denominación oficial del grupo) es un movimiento islamista chií que desde 2014 controla amplias zonas de Yemen. Nació a principios de la década de 1990 en campos de verano escolares que pregonaban la paz y el regreso a las esencias del zaidismo, una rama del islam chií que venera a Zaido ben Ali, el bisnieto del imam Ali que se levantó contra los omeyas en el 740 -cuando su capital aún residía en Damasco, años antes de que su último superviviente escapara hacia Córdoba- y pagó su osadía con el martirio.

Llevan la resistencia ante los reveses en su ADN. Proceden de las montañas de la norteña Saada -capital de la provincia homónima, a 1.800 metros de altura- y desde allí han logrado dominar Yemen. En apenas tres décadas se han convertido en la pieza central de un país que es un laberinto de facciones tribunales, desde los separatistas del sur a la rama local de los Hermanos Musulmanes o las huestes de Al Qaeda y el Estado Islámico.

Los hutíes amenazan con nuevos ataques

Curtidos en la resistencia y el bloqueo occidental que han sufrido desde 2014, los hutíes vuelven a probar su determinación amenazando la ruta del mar Rojo. Más del 10 % del comercio mundial circula anualmente por el mar Rojo. Algunas navieras han optado por evitar el mar Rojo, sustituyéndolo por vías más costosas en tiempo y costes económicos. Maersk y Hapag-Lloyd iniciaron una senda a la que se ha sumado la petrolera BP, al cancelar temporalmente el paso de sus embarcaciones por la zona. Los hutíes también han lazando misiles y drones contra el sur de Israel y contra buques con la bandera del Estado judío o propiedad de empresas israelíes en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb, que conecta dicho mar con el golfo de Adén.

Se trata de una amenaza muy seria, no sólo para Israel sino también para el mundo

“Se trata de una amenaza muy seria, no sólo para Israel sino también para el mundo. Mientras Hamás y la Yihad Islámica tienen a civiles israelíes como rehenes, los hutíes tienen al mundo como rehén. Demuestra el peligro que representa  el régimen iraní para la región y el mundo”, comenta a El Independiente Avi Melamed, ex alto cargo de la inteligencia israelí.  

En las calles de Yemen, la captura del Galaxy Leader ha alimentado la euforia. Al aluvión de visitantes que han desfilado por el barco se suman las retransmisiones en directo a bordo o la creación de réplicas del navío que circulan por el país. La voluntad de los hutíes es mantener los ataques. “La coalición formada por Estados Unidos es para proteger a Israel y militarizar el mar sin ninguna justificación, y no evitará que Yemen continúe con sus operaciones legítimas en apoyo a Gaza", clamó el portavoz de los hutíes, Mohamed Abdulsalam, en su cuenta oficial de X, anteriormente Twitter.

“Estados Unidos se permitió apoyar a Israel formando una alianza (...) Los pueblos de la región tienen plena legitimidad para respaldar al pueblo palestino. Y Yemen se ha encargado de defender el derecho palestino y (hace frente a la) gran injusticia en Gaza”, agregó Abdulsalam. “Las operaciones navales del Yemen tienen como objetivo apoyar al pueblo palestino para hacer frente a la agresión y el asedio a Gaza, y no son una demostración de fuerza ni un desafío para nadie. Quien quiera ampliar el conflicto debe asumir las consecuencias de sus acciones”, alertó anticipando nuevos episodios de secuestros barcos en el mar Rojo.

Jaque al comercio internacional

Tropas hutíes en Saná.

El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, reclamó este martes desde Manama unidad global para detener los ataques de los rebeldes, que "ya afectan la economía mundial". En una reunión ministerial virtual desde la capital de Baréin con ministros, jefes de Defensa y altos representantes de 43 países, así como de la Unión Europea y la OTAN, Austin reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la libertad de navegación y la libre circulación del comercio en las vías marítimas críticas de la región.

"Los ataques ya afectan la economía mundial y seguirán amenazando al transporte marítimo comercial si la comunidad internacional no se une para abordar el problema de forma colectiva", dijo, según un comunicado del Departamento de Defensa estadounidense, y reiteró su condena a los ataques de los rebeldes contra el comercio como algo "sin precedentes e inaceptable".

Según el vicealmirante de la Marina estadounidense Brad Cooper, que comanda la fuerza naval internacional Fuerzas Marítimas Combinadas (CMF, en inglés), los hutíes han firmado "más de 100 ataques con sistemas aéreos no tripulados (drones) y misiles balísticos en un solo sentido, dirigidos contra 10 buques mercantes en los que participaban más de 35 naciones diferentes".