Después de que los líderes de la Unión Europea y los jefes de gobierno de los países europeos acusaran a Rusia del repentino fallecimiento del opositor ruso Alexei Navalni, cuya muerte ha sido anunciada esta mañana por los servicios penitenciarios del país ruso, durante esta tarde el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha responsabilizado directamente a Vladímir Putin de la muerte del líder opositor ruso.

“Si la información sobre la muerte de Navalni es cierta, y no tengo razón para dudarlo, por supuesto las autoridades rusas van a contar su propia historia. Pero no se equivoque, Putin es responsable”, manifestó en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca. Biden también afirma que está evaluando “diferentes opciones” para responder a la muerte de Alexéi Navalni, pero no precisa si Washington impondrá más sanciones sobre la economía rusa.

Navalni se encontraba preso, desde diciembre, en una cárcel de máxima seguridad ubicada en el Ártico. Tenía 47 años, y durante la última década había sido el rostro más significativo de aquellos que se oponían al régimen de Putin dentro de la propia Rusia.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha responsabilizado directamente a Rusia: "La Unión Europea considera al régimen ruso como el único responsable de esta trágica muerte", ha afirmado en un mensaje en la red social X. Ha asegurado que Navalni luchó por los valores de la libertad y la democracia, y que este ha sido "el último sacrificio por sus ideales".

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dicho estar "consternada y entristecida", y ha aseverado que este acto es "un sombrío recordatorio de lo que son Putin y su régimen".

También se ha pronunciado el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, que ha dicho que todos los hechos que rodean a la muerte de Navalni deben ser esclarecidos, y "que Rusia debe responder preguntas serias".

Volodymyr Zelenskiy ha afirmado que es "obvio" que es Vladimir Putin quien está detrás de la muerte de Navalni. Poco después de que comenzase la invasión rusa de Ucrania, éste fue condenado a pasar nueve años en una colonia de régimen estricto por delitos de fraude y desacato al tribunal. Un año antes, en enero de 2021, había sido detenido cuando regresaba a Rusia desde Alemania, donde había estado recibiendo tratamiento tras ser envenenado con la sustancia Novichok.

Según explica la periodista y presentadora de la cadena de televisión CNN Christine Amanpour, Navalni le confesó que "tenía que volver": "Me dijo: 'No creo que pueda tener el privilegio de estar seguro en Rusia, pero tengo que regresar porque no quiero que este grupo de asesinos existan en Rusia. No quiero que Putin gobierne Rusia'", cuenta en la red social X con un vídeo adjunto de la declaración.

"Es una noticia terrible. Alexei Navalni, el más acérrimo defensor de la democracia rusa, demostró una valentía increíble a lo largo de su vida", ha sostenido en X el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak. Su homólogo en los Países Bajos, Mark Rutte, se ha mostrado "muy consternado" por su muerte: "Ilustra la brutalidad sin precedentes del régimen ruso".

El canciller alemán, Olaf Scholz, ha calificado de "terrible" el fallecimiento de Navalni y ha afirmado que "pagó su valentía con la vida cuando regresó a Rusia tras recuperarse en Berlín de un envenenamiento". En la misma línea se ha expresado Pedro Sánchez en X: "Conmocionado por la noticia de la muerte en prisión de Alexei Navalny, injustamente encarcelado por el régimen de Putin por su defensa de los derechos humanos y la democracia".

Según el comunicado oficial de los servicios penitenciarios rusos, a Navalni, de 47 años, "se le practicaron los necesarios procedimientos de reanimación, que no dieron ningún resultado. Los médicos de urgencias constataron la muerte del condenado. Se están estableciendo las causas del fallecimiento".

Leonid Volkov, jefe de gabinete de Navalni, ha dicho que la declaración del servicio penitenciario se puede interpretar como una “confesión” de que le mataron deliberadamente, aunque a continuación ha explicado que "no tenemos manera alguna de comprobar que esta aseveración no es cierta".