La ONG española Open Arms ha dado por concluida este jueves su misión conjunta con World Central Kitchen (WCK) en Gaza tras el ataque aéreo israelí que mató a siete cooperantes de la ONG fundada por el chef español José Andrés.

"Con la llegada ayer del barco Open Arms a Lárnaca, Chipre, queda suspendida la misión en alianza con World Central Kitchen (WCK) en el corredor humanitario hacia la Franja de Gaza, tras el devastador ataque sufrido
por el convoy humanitario de la organización fundada por el chef José Andrés, y la muerte de siete personas cooperantes de WCK", ha explicado Open Arms en un comunicado.

"Este ataque, perpetrado por las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) el pasado lunes, marca un doloroso punto de inflexión en nuestros esfuerzos por aliviar la crisis humanitaria en Gaza. Lamentamos profundamente la pérdida de Saifeddin, Zomi, Damian, Jacob, John, Jim, y James, miembros dedicados de WCK, y apreciados compañeros en esta misión, asesinados en un acto de violencia incomprensible. Sus nombres se unen a la larga lista de más de 32.500 civiles, en su mayoría mujeres y niños, víctimas de la violencia en Gaza desde octubre de 2023, junto con cientos de trabajadores humanitarios y periodistas en una escalada de violencia sin precedentes", agrega la organización.

Una guerra de algoritmos

Desde Chipre el director de Open Arms, Oscar Camps, ha denunciado la situación en Gaza a punto de cumplirse seis meses de ofensiva militar israelí. "Palestina es hoy nuestra causa como humanidad. Acabamos de volver de la
misión 110 de Open Arms, nuestra segunda misión en Gaza para abrir un corredor humanitario por vía marítima con el objetivo de ayudar con nuestro barco y equipos a combatir el uso del hambre como arma de guerra contra la población palestina. Han muerto más de 35 mil personas en esto que las grandes potencias dudan en llamar por su nombre: genocidio".

A su juicio, Gaza se ha convertido en "un laboratorio distópico donde corre la sangre de las personas mientras se prueba y perfeccionan tecnologías de guerra, dirigidas por algoritmos cada vez más automatizados que permiten diluir toda responsabilidad humana, utilizando tecnología y banalizando el mal". "Hemos vuelto de Gaza, donde se les permite a asesinos uniformados disparar a niños; se destruyen hospitales, escuelas y se sabotean corredores humanitarios; donde se violan incluso las reglas terribles propias de las guerras y se ejecutan médicos, profesores y personal humanitario; donde se persigue a los periodistas y la prensa, donde se expulsa a los testigos de estos mecanismos de aniquilación".

"Nosotros hemos vuelto, pero no nuestros compañeros de WCK: Zomi,
Issam, Damian, Jacob, Jim, John y James. Ellos se quedan allí. Ahora los estados se apuran a extender sus condolencias a los familiares, pero no muestran esa misma prisa por detener el envío de armas a este laboratorio de destrucción. Ayer muchos medios mostraban indignación por estas muertes pero hoy ha habido un nuevo bombardeo, ante los ojos del mundo. ¿Hasta cuándo vamos a permitir más muertes y crímenes de guerra en Gaza? ¿Qué
más debe pasar para que la sociedad global reaccione? ¿Cuánta más humanidad se debe perder en este genocidio?”.

Open Arms ha exigido este jueves "respuestas y responsabilidades por este ataque inaceptable y hacemos un llamado a la comunidad internacional para reforzar sus esfuerzos en proteger a los civiles y a aquellos que arriesgan sus vidas para llevar ayuda a las personas en situación de vulnerabilidad".

Open Arms y WCK abrieron el primer corredor humanitario marítimo hacia Gaza desde Chipre, superando dos décadas de bloqueo naval impuesto por Israel. El 15 de marzo, Open Arms y WCK entregaron con éxito las primeras 200 toneladas de comida como parte de la Operación Safeena. El pasado sábado 31 de marzo, zarparon desde Chipre tres barcos, entre ellos Open Arms con una plataforma flotante, en el segundo envío de ayuda marítima a Gaza, transportando casi 400 toneladas de alimentos suficientes para preparar más de 1 millón de comidas.

Una vez que llegaron a la costa gazatí el pasado lunes, los equipos de Open Arms y WCK lograron desembarcar las primeras 100 toneladas de alimentos que el equipo en tierra de WCK trasladó rápidamente a un almacén en Deir al-Balah, en la Franja. Pocos minutos después de terminar la operación de desembarco, el convoy, compuesto por tres vehículos claramente identificados con el logotipo de WCK, fue atacado por tres misiles lanzados por el IDF en momentos separados. Desde Open Arms se recuerda que se habían coordinado sus movimientos con las autoridades israelíes, quienes estaban al tanto de su itinerario, ruta y misión humanitaria.