El ex asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump y ex embajador ante las Naciones Unidas, John Bolton, abre una brecha en favor del pueblo saharaui y su aspiración de descolonización en plena ofensiva del régimen marroquí para tratar de declarar terrorista al Frente Polisario en suelo estadounidense. Bolton se muestra favorable a la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental, denunciando la inacción prolongada de Washington como un factor que ha abierto las puertas a la creciente influencia de China y Rusia en África.
En una tribuna publicada en The Washington Times, Bolton califica el conflicto saharaui como "una pieza importante de los asuntos internacionales sin resolver", que afecta tanto a la estabilidad regional como a los intereses estratégicos estadounidenses. A su juicio, “con la creciente influencia de China y Rusia en África, no es el momento de brindarles otra oportunidad para aumentar su influencia".
"La disputa continúa hoy en día. La solución obvia a la cuestión de la soberanía es preguntar a los nativos del Sáhara Occidental qué prefieren: la independencia o la 'autonomía' prometida bajo Marruecos. En 1991, tras la invasión de Kuwait por Sadam Husein, liderada por Estados Unidos, Washington impulsó la Resolución 690 del Consejo de Seguridad, por la que se creaba una operación de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas para supervisar un referéndum sobre el futuro del Sáhara Occidental. La resolución seguía un acuerdo de 1988 entre el Polisario y Marruecos, y ambos apoyaban el enfoque del Consejo de Seguridad", recuerda Bolton.
"Marruecos ha obstaculizado siempre el proceso"
El ex asesor de seguridad nacional repasa los orígenes del conflicto desde que España abandonó la zona en 1975, lo que dio lugar a la ocupación del territorio por Marruecos y, brevemente, Mauritania, en contra del derecho de los saharauis a decidir su futuro. Desde entonces, dice Bolton, “el Sáhara Occidental ha estado en el limbo, en detrimento de su población y de la estabilidad y seguridad de la región del Sahel”.
El ex funcionario de la administración Trump critica abiertamente la actuación de la monarquía de Mohamed VI. "Marruecos comenzó a obstaculizar los esfuerzos de la ONU para aplicar la resolución casi desde el momento en que se aprobó, por temor a que, en un referéndum verdaderamente libre y justo, los saharauis eligieran la independencia. El exsecretario de Estado James Baker logró que las partes volvieran a la mesa de negociaciones para acordar la celebración de un referéndum en los Acuerdos de Houston de 1997, pero Marruecos volvió a incumplir su compromiso, negándose incluso a considerar el referéndum que había aceptado en repetidas ocasiones. Lamentablemente, la obstrucción de Marruecos ha prevalecido desde entonces, y cientos de miles de saharauis siguen viviendo en campos de refugiados gestionados por la ONU cerca de Tinduf", subraya Bolton.
El ex asesor también denuncia lo que considera una campaña de propaganda sin fundamentos contra el Frente Polisario, impulsada por aliados de Marruecos en Occidente. Alerta sobre “una nueva línea de propaganda, alegando sin pruebas que el Polisario ha caído bajo la influencia de Irán”, y sostiene que “esta desinformación puede estar destinada a desviar la atención estadounidense de la obstrucción marroquí durante décadas contra un referéndum”. Rechaza, asimismo, enérgicamente los intentos de vincular al movimiento saharaui con el terrorismo.
"Se ha llegado incluso a afirmar que combatientes del Polisario formaban parte de las milicias extranjeras entrenadas por Irán en Siria bajo el régimen ahora derrocado de Assd. El Washington Post y otras publicaciones informan de que el nuevo Gobierno sirio y el Polisario han negado rotundamente estas acusaciones, pero los amigos de Marruecos en Occidente siguen difundirlas. Quizás influenciados por esta propaganda antisaharaui, se ha presentado en la Cámara de Representantes una ley para designar al Polisario como grupo terrorista. Se trata de una afirmación tan inexacta como se puede hacer sobre los saharauis, que se encuentran entre los más moderados en sus opiniones religiosas", sostiene.
En defensa de los saharauis
"Nunca sucumbieron al radicalismo que se extendió por Oriente Medio tras la Revolución Islámica de Irán de 1979. Las afirmaciones de que los saharauis son susceptibles a la propaganda chií con sede en Teherán se desmienten por la presencia desde hace mucho tiempo en los campamentos de organizaciones religiosas y no gubernamentales estadounidenses que prestan servicios educativos y médicos. Una de las razones por las que James Inhofe, expresidente del Comité de Servicios Armados del Senado, ya fallecido, era un ferviente partidario del Polisario era precisamente la apertura religiosa que él y otros encontraron en los campamentos. A lo largo de los años, los informes del Departamento de Estado han respaldado sistemáticamente esta valoración, y el Reino Unido ya ha rechazado oficialmente las recientes acusaciones de connivencia con Irán", agrega.
Bolton sostiene que la política exterior estadounidense debería volver a su postura original, apoyando la consulta popular para que el pueblo saharaui determine su destino: “La política estadounidense sobre el Sáhara Occidental debería volver a sus orígenes de 1991, apoyando un referéndum para que los saharauis decidan su propio futuro. Muchos miembros del Congreso han visitado los campamentos de Tinduf a lo largo de los años y se han reunido con líderes del Polisario y estadounidenses que trabajan en los campamentos. Más deberían hacerlo para conocer la realidad del pueblo saharaui.el pueblo saharaui”, desliza.
Con esta intervención, John Bolton se posiciona como una de las voces estadounidenses más críticas con la política marroquí y defensor del derecho a la autodeterminación del Sáhara Occidental.
"Uno de los elementos del problema es que el Sáhara Occidental se ve envuelto en desacuerdos entre Marruecos y Argelia que se remontan a la época de la descolonización. Una de las principales fuentes de tensión proviene de las aspiraciones territoriales de Marruecos, que incluyen no solo el Sáhara Occidental, sino también grandes partes del norte de Mauritania y el oeste de Argelia", dice Bolton a propósito del insaciable expansionismo marroquí.
"Durante y después de la Guerra Fría, los lazos de Argelia con Occidente no eran tan fuertes como los de Marruecos, lo que perjudicó a los saharauis. Esto está cambiando. Las recientes pruebas de que Argelia está buscando nuevas alianzas estratégicas y el primer acuerdo de cooperación militar entre Estados Unidos y Argelia, firmado al inicio de la segunda administración Trump, señalan esta nueva dirección", advierte.
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hace 8 segundos
Siempre es una buena noticia que un ex-alto funcionario de Estados Unidos escriba un bien documentado artículo en el que defiende el derecho del pueblo saharaui a elegir libremente entre la independencia o la autonomía dentro de Marruecos.
No obstante, Bolton viene a sumarse a otros políticos como James Baker que cuando ocuparon altos cargos en la Administración estadounidense contemporizaron con Marruecos y, sin embargo, una vez alejados de la política, acusaron al régimen marroquí de ser con su intransigencia y su bloqueo permanente el auténtico causante de que el conflicto saharaui no se hubiera solucionado ya.
En cualquier caso, ojalá el posicionamiento actual de Bolton en favor del pueblo saharaui sume nuevos apoyos en la misma línea en Estados Unidos, un país fundamental para la resolución de este conflicto.