El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pronunció este lunes un discurso ante el Knesset israelí. Su visita se produce tras la liberación de los 20 rehenes que aún permanecían vivos en manos de Hamás, un gesto que el Gobierno israelí presentó como un "victoria" tras dos años de operación militar israelí en Gaza que ha matado a más de 67.000 palestinos, en su mayoría civiles. Unas acciones que el Tribunal Internacional de Justicia investiga como escenario "plausible de genocidio".

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Durante su intervención, Trump fue interrumpido brevemente por el diputado árabe Ayman Odeh, líder de la Lista Conjunta, quien exigió públicamente que el presidente estadounidense reconociera el Estado de Palestina. El incidente provocó un breve tumulto en la sala, y Odeh fue desalojado junto a varios parlamentarios de izquierda que desplegaron pancartas con la consigna “Reconozca Palestina”. Le ha seguido también su compañero de partido Ofer Cassif.

“La hipocresía en el pleno es insoportable”

Poco antes de la sesión, Odeh había anticipado su protesta en la red social X, donde escribió: “La hipocresía en el pleno es insoportable. Coronar a Netanyahu con adulaciones nunca vistas, a través de un grupo orquestado, no le exime a él ni a su Gobierno de los crímenes contra la humanidad cometidos en Gaza, ni de la responsabilidad por la sangre de cientos de miles de víctimas palestinas y miles de víctimas israelíes". "Pero solo gracias al alto el fuego y al acuerdo general estoy aquí.
Solo el fin de la ocupación y el reconocimiento del Estado de Palestina junto a Israel traerán justicia, paz y seguridad para todos”, ha añadido.

Sus palabras, tanto dentro como fuera del Parlamento, reflejan la línea política que ha mantenido desde hace años: la defensa de una solución basada en dos Estados y la denuncia de las políticas de ocupación israelíes, incluso desde dentro del sistema político de Israel.

La voz incómoda de los árabes israelíes

En una entrevista reciente con El Independiente, Odeh profundizó en las motivaciones que guían su activismo parlamentario y explicó que su papel como diputado árabe dentro del Knesset implica “vivir entre dos fuegos”: el de un Estado que “sigue tratando a sus ciudadanos árabes como sospechosos”, y el de una sociedad palestina “que lo mira como parte del sistema que los oprime”.

“El Knesset debería ser el lugar donde se escuchen todas las voces”, afirmó en esa conversación. “Pero se ha convertido en un espacio donde la disidencia árabe se reprime, donde te expulsan por exigir igualdad o por decir que la ocupación es un crimen.”

Odeh denunció además que la creciente intolerancia hacia las minorías árabes en Israel está erosionando los fundamentos democráticos del país: “Nos acusan de incitar al odio solo por hablar de derechos humanos. Pero si defender la vida palestina es incitación, entonces toda la humanidad debería estar acusada”.

Entre la resistencia y la institucionalidad

El líder de la Lista Conjunta, que ha sido expulsado en varias ocasiones del pleno del Knesset por declaraciones críticas, defiende que su presencia en el Parlamento israelí no legitima al sistema, sino que busca abrir grietas en el consenso que normaliza la ocupación.

Odeh insiste que su interrupción del discurso de Trump no fue un gesto de desafío personal, sino un acto político destinado a recordar que “no puede haber paz sin justicia ni reconocimiento mutuo”. Según explicó, el momento era “inevitable”: “Trump hablaba de libertad y seguridad, pero omitía a la mitad del pueblo que vive bajo ocupación. Tenía que decir algo”.

"Me expulsaron de la sesión plenaria simplemente porque planteé la demanda más simple, una demanda con la que toda la comunidad internacional está de acuerdo: Reconocer un Estado palestino. Reconozca esta simple realidad: Aquí hay dos pueblos y nadie se mueve de aquí", explica Odeh.

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