Ha sido un hombre afortunado en la medida en que todas las tareas a las que se ha entregado por propia voluntad o por encargo, se han saldado con pleno éxito. Persona extraordinariamente culta, gran lector,  aficionado al arte y poseedor de piezas importantes de la pintura española y europea, José Pedro Pérez-Llorca es conocido por la opinión pública como uno de los padres de la Constitución. Pero muchos españoles no saben que la etapa en la que se dedicó a la política fue probablemente la más corta, aunque una de las más fructíferas, de toda su vida profesional.

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