Los ha habido ricos y hasta muy ricos, por lo menos que sepamos, lo cual ha sucedido desde que es obligatorio consignar el patrimonio y darlo al conocimiento público, lo cual se produjo tan sólo a partir de 2011. Pero ninguno tan rico como Marcos de Quinto. Porque hemos conocido que una ministra como Isabel Celáa, de Educación en el Gobierno de Pedro Sánchez, posee con su marido un patrimonio de casi 4 millones de euros, bien es cierto que muy por encima de lo que declaró. Y supimos en su día que Cristina Garmendia, que no fue diputada pero sí ministra de Ciencia e Innovación en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, atesoraba  una fortuna de casi cinco millones. También que Pedro Argüelles, que fue secretario de Estado de Defensa con el gobierno de Mariano Rajoy, consignó un patrimonio de algo más de 18 millones de euros. Y que Montserrat Gomendio, ex secretaria de Estado de Educación con el gobierno de Rajoy, declaró más de 14 millones.

Para seguir leyendo Regístrate GRATIS