
Javier Ortega Smith, durante el acto contra la violencia de género organizado en el Ayuntamiento de Madrid.
Ortega Smith es un caballero español que hace el brindis de los Tercios, que es como hacer el de los mosqueteros, y luego hace llorar a una mujer en silla de ruedas. El caballero español ya no es lo que era, se lo llevó la zarzuela o Lina Morgan o Arturo Fernández. Ortega Smith, ya digo, brinda con los borrachos de Velázquez y los sargentos de cantina, después pone gabanes sobre los charcos para que no se moje el pie de pitiminí la señorita que pasa y, por fin, humilla a una mujer que se llevó tres tiros intentando defender a su hermana de su agresor. Ni la miraba, intentando recordar, quizá, para qué lado calzaba la Tizona el Cid, o qué mano de Santa Teresa era incorrupta y cual corruptible, que a lo mejor con eso se podría hacer también otro brindis de guardiamarina o de estudiantina.
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