Cuando el Rey escribió su mensaje de Nochebuena España no tenía todavía gobierno. Y es probable que la incertidumbre se prolongue aún unos días más.

Habrá que echarle la culpa a la Abogacía del Estado, que no termina de afinar un escrito que debe ser necesariamente del agrado del hombre que hoy tiene la llave para resolver esa incertidumbre.

A diferencia de la Fiscalía, que dio su opinión sobre la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) un par de horas después de emitir su fallo sobre la inmunidad de Oriol Junqueras, la Abogacía del Estado lleva cinco días enredada en su laberinto. La tardanza tiene su explicación: ERC ha condicionado su apoyo al Gobierno a lo que diga esta institución.

El gobierno de España, por tanto, depende de lo que opine el condenado Junqueras -que reclamó ayer mismo su puesta en liberad inmediata- sobre un escrito que está siendo cocinado entre la Abogada General del Estado, Consuelo Castro, y la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.

No es extraño, por tanto, que Felipe VI comenzase su discurso haciendo referencia a los "tiempos de mucha incertidumbre".

El Rey defendió la Constitución como marco para resolver el problema de Cataluña. Pero Sánchez quiere gobernar con apoyo de partidos republicanos, que quieren cambiarla de raíz o cargársela

No sabemos cuando, pero de lo que sí podemos estar seguros al ciento por ciento, es de que el presidente del Gobierno hará todo lo que esté en su mano para conformar un gobierno de coalición con Unidas Podemos (UP) apoyado en el Congreso con los votos de los independentistas de ERC.

Se forzarán voluntades, se traicionarán promesas electorales y, si se tercia, se retorcerán los principios del Estado de Derecho, haciendo que la Abogacía del Estado diga lo que ERC quiere que diga.

Por ello, que el Rey llamase en su mensaje navideño a "fortalecer los valores que representa nuestra Constitución" suena casi políticamente incorrecto. No es una exageración. De hecho, tanto Pablo Iglesias como Junqueras siembran dudas constantes sobre nuestro Estado de derecho al afirmar que en España hay "presos políticos" y se manifiestan abiertamente a favor de modificar la Constitución o de hacerla añicos, unos para dibujar el nuevo mapa de una "nación de naciones", los otros para lograr la independencia rompiendo lo que lleva unido más de cinco siglos.

Pero, ¿cómo va el Rey a estar conforme con un gobierno que tiene como socio al partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ayer mismo dijo en entrevista a eldiario.es que "la monarquía no sirve para nada"?

Los que así piensan o bien desconocen lo que dice la Constitución sobre el papel del Rey, o bien lo que pretenden es ciscarse la Constitución.

Sostiene el Rey en su discurso que "todo cuanto hemos logrado no se ha generado de una manera espontánea"... sino gracias a que nuestra Constitución nos ha permitido compartir una serie de valores, entre los que destaca la "concordia".

Concordia significa compartir valores. Algunos de los que ahora apelan al diálogo como solución mágica al problema de Cataluña se olvidan de que los que ahora están en prisión o huidos no se encuentran en esa situación por falta de diálogo, sino porque violentaron gravemente la ley. El dictamen del TJUE no modifica ni un ápice la sentencia del Tribunal Supremo sobre los hechos acaecidos en Cataluña entre los meses de septiembre y octubre de 2017 que, por cierto, motivaron una declaración institucional de Felipe VI que conviene releer para que las justificaciones que ahora se esgrimen no nos hagan perder la memoria.

Habrá gobierno, sí. Pero no durará mucho. Sánchez nunca podrá darle a ERC todo lo que pretende. La Constitución ha aguantado sólidamente durante más de 40 años, sobreviviendo a los embates del terrorismo y al golpe de Estado de 1981, fortaleciéndose con esos ataques.

En estos tiempos de "mucha incertidumbre" conviene tenerlo en cuenta: lo que nos une a la inmensa mayoría de los españoles es esa Constitución, que otorga al Rey el papel de Jefe del Estado y, en último término, le hace garante de la unidad de España.

Cuando el Rey escribió su mensaje de Nochebuena España no tenía todavía gobierno. Y es probable que la incertidumbre se prolongue aún unos días más.

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