Alfonso Guerra inventó el zasca cuando se llamaba simplemente guasa y dar caña. Inventó también el Sistema, junto con su compadre Felipe. Y no le hizo falta ni siquiera esmoquin de percusionista de concierto de Año Nuevo o de doblaservilletas de la Preysler. Sólo una pana obrera, pesada, mojada, como un pedazo de tierra con musgo, y feas chaquetas de cuadros, de abogado con dos mudas. Cómo no se va a meter Alfonso Guerra con Torra y con Sánchez… Es casi una obligación del oficio o del magisterio, como un rolinga que se mete con Bisbal.

Contenido Exclusivo para suscriptores

Para poder acceder a este y otros contenidos debes de ser suscriptor.

¿Ya estás suscrito? Identifícate aquí