Todos los amantes de la música echamos de menos poder sentir la expectación de las horas previas a un concierto. Ese momento en el que los músicos son verdad y se ponen en evidencia delante de nosotros, que por unas horas somos los jueces de un talent show llamado música en vivo. En las efemérides de estos días hay algunos extraordinarios.

El 1 de mayo de 1975 un hombre muy inteligente llamado Mick Jagger tuvo la genial idea de promocionar la gira de este año de los Rolling Stones como ellos sabían hacer: tocando. Que fuera en la parte de atrás de un camión mientras recorría la quinta avenida en Manhattan y paraba el tráfico es lo de menos. O no. ¡La que liaron! Por cierto, chispeaba.

También un 1 de mayo, pero de 1979, Sir Elton John, que siempre creyó en la música como elemento transfronterizo y de unificación, fue la primera estrella en tocar en el Philharmonic Hall de Jerusalén.

Otro 1 de mayo, en este caso de 2009, fue la fecha que eligieron nada menos que 6.346 guitarristas para juntarse en Polonia y tocar una sola canción, todo un himno de la música en directo: Smoke on The Water, de Deep Purple. Idea del propio Steve Morse inspirada en que dos años antes, el 2 de mayo de 2007, ya se juntaron otros 2000 en la misma ciudad para rendir homenaje a Jimmy Hendrix.

Era 1990. El 5 de mayo un concierto homenaje a John Lennon consiguió reunir en el Pier Head Arena en Merseyside a Lenny Kravitz, Al Green, Joe Cocker, The Christians, Kylie Minogue, Ringo Starr, Jeff Lynne, Tom Petty, Deacon Blue, Lou Reed, Joe Walsh y Wet Wet Wet. No cabía un alma.

En 1978, se produce una de las ventas más rápidas de entradas de la historia pre-internet: el 7 de mayo de ese año Bob Dylan vende 90.000 entradas en menos de ocho horas para el concierto que dará en el Wembley Empire Pool de Londres. Dos años antes, David Bowie llenó Wembley seis noches seguidas.

Una curiosidad: cuentan desde el centro sismológico del Institut de Ciències de la Terra Jaume Almera de Barcelona que cuando Bruce Springsteen cantó Dancing In The Dark en mayo de 2016 en el Camp Nou, se produjeron ondas sísmicas medibles por los saltos del público.

Sí, ardemos de ganas de volver a recibir este mes como el que da inicio a la mayoría de las giras de conciertos. ¿Volveremos a querer apretujarnos en primera fila o bailar y sudar en medio de la muchedumbre? De momento nadie lo sabe. Pero si volvemos a hacerlo, que sea para hacer historia. Merece la pena.