La decisión del PSOE de impulsar, junto a su socio de Gobierno, una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados sobre el conocido como caso Kitchen evidencia el descaro con el que algunos políticos utilizan en su beneficio este mecanismo de control parlamentario.

Contenido Exclusivo para suscriptores

Para poder acceder a este y otros contenidos debes de ser suscriptor.

¿Ya estás suscrito? Identifícate aquí