“Montesquieu ha muerto”, dicen que dijo Alfonso Guerra, que ya tiene sus propios evangelios apócrifos y leyendas de jinete sin cabeza. Guerra siempre fue el predicador con pistolas, mientras que Felipe era como el Corazón de Jesús andaluz, ajarronado y algo sexuado, de aquel socialismo de comodita. Guerra predicaba, azotaba y ejecutaba, con su cara de dominico de la Inquisición, a la derechona o a lo que estorbara, incluidos banqueros o jueces. En 1985, aprovechando una ambigüedad de la Constitución, ajustició al poder judicial cambiando la ley para que las Cortes eligieran a todos los vocales del CGPJ. Decían que era lo democrático (lo siguen diciendo), pero como expresa la frase de Guerra, o de su versión evangélica, en realidad se habían cargado la división de poderes. Sánchez, ahora, aún quiere ir más lejos que aquel felipismo todopoderoso, omnipresente, papista y cowboy.
Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete a nuestro canal de Whatsapp en este enlace.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Francia avisó a España de sus hallazgos sobre Pegasus sin que el juez de la Audiencia Nacional lo pidiera
- 2 Marlaska otorga la Gran Cruz del Mérito a los mandos que ascendió en lugar de Pérez de los Cobos
- 3 Mapfre seguirá subiendo el precio de su seguro de coche: “No hay otra salida”
- 4 Ataque frontal de Almodóvar a los jueces para defender a Sánchez
- 5 El Govern amenaza con multas lingüísticas a los hospitales en los que no se atienda en catalán
- 6 Marruecos eleva a cuatro años la pena de cárcel contra el youtuber que acusó de narcotráfico al ministro de Justicia
- 7 María Jesús Montero, la candidata natural a una sucesión que todo el PSOE quiere evitar
- 8 Lo de las 169 portadas de Camps fue otra cosa...
- 9 San Isidoro: un nuevo museo para la capilla sixtina del Románico