Lo de Olentzero es como si los regalos de Navidad te los trajera el Macario de José Luis Moreno, pero quiénes somos nosotros para juzgar a las razas superiores. De Oriente llegan magos con barbas de cometa, del norte llega un Santa Claus hecho de bizcocho de nieve y del País Vasco llega un montuno precristiano, carbonífero, borrachuzo pero civilizador que les enseña a los niños, a la vez, qué es la Navidad y qué es la democracia: o escriben en euskera o se quedan sin regalos. Suena a chantaje, a impuesto revolucionario, pero debe ser la Navidad democrática. Por las maneras y por el razonar, uno diría que ese Olentzero alpargatoso, tiñoso, raposo, rastrojero y extorsionador podría ser Otegi. Es una pena que justo cuando Otegi/Olentzero iba a bajar de los montes para regalarnos la democracia de verdad, llegue el Tribunal Supremo y le regale a él un nuevo juicio igual que unas Navidades españolísimas de Raphael, con su tamborilero, su Doña Manolita y su Guardia Civil.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Novedades Tarjeta Dorada de Renfe para mayores de 60 años
- 2 WormGPT, el ChatGPT sin límites: "Puede incluso crear un virus"
- 3 Sánchez: sudadera de Zelenski, pelusa de Fernando Simón
- 4 El escándalo sexual que sacude al régimen de Guinea Ecuatorial
- 5 La vida a todo tren del jefe de Policía detenido por narcotráfico
- 6 Google y las RRSS asaltan la publicidad y empatan a las TV
- 7 Irene Montero cuenta en su libro que Yolanda Díaz pidió su dimisión "gritando" por la Ley del solo 'sí es sí'
- 8 Los inquilinos podrán quedarse en la casa de alquiler sin renovar
- 9 Cuenta bancaria conjunta si uno de los titulares fallece