Si algo ha quedado claro en las elecciones alemanas es que no está claro todavía quien será el próximo canciller. Podría ser el socialdemócrata Olaf Scholz, ganador de los comicios, o el perdedor, el cristianodemócrata Armin Laschet. Así que puede ocurrir que, al final, el ganador sea el perdedor y el perdedor, el ganador.

Los dos grandes partidos tradicionales, SPD y Unión (CDU y CSU), siguen siendo los más votados, pero ninguno de ellos traspasa la barrera del 30% y el ganador SPD no llega ni al 26%. Y son los Verdes y los Liberales los que tienen la llave de la próxima coalición de gobierno. Además, los dos juntos tienen un mayor porcentaje que cualquiera de los dos grandes partidos en solitario, lo que no había ocurrido hasta ahora.

Ellos decidirán, si habrá coalición semáforo (SPD, Verdes, Liberales) por los colores de cada partido o una Jamaica (CDU, Verdes, Liberales). Por el momento, son las dos que están a debate. Las negociaciones se prevén largas y complejas, incluso no se descarta que Angela Merkel siga como canciller interina hasta navidad o incluso después. Si es así, batirá el récord de permanencia en el poder que ostenta el que fuera su mentor, Helmut Kohl.

Los Verdes prefieren semáforo; los Liberales, Jamaica, pero entre ellos ha diferencias hasta ahora irreconciliables... Lo que está claro es que los dos quieren gobernar"

Los Verdes prefieren semáforo, los liberales, Jamaica, pero entre ellos hay diferencias hasta ahora irreconciliables que, ahora, si quieren gobernar, tendrán que superar. Lo que está claro es que los dos quieren gobernar. Annalena Baerbock, la líder de los Verdes, a pesar de haber conseguido un gran resultado, el mejor de la historia de la formación, no oculta su decepción porque hace unos meses llegó a acariciar la cancillería, según las encuestas.

Ahora se va a dejar querer con un objetivo claro: conseguir que en la agenda esté muy alto la lucha contra el cambio climático, que ha sido el centro de su campaña y se ha ganado el voto de los jóvenes. Pero el ambicioso Christian Lindner, líder de los liberales, no se lo va a poner fácil. No le ha pasado factura el haberse levantado de la mesa de negociaciones de una coalición Jamaica, hace 4 años, incluso ha arañado algún punto más en votos.

Es contrario a una política del clima de los Verdes que conlleve gastos, que sí conlleva y no pocos. También lo es a una subida de impuestos a las rentas más altas, a lo que sí serían favorables Verdes y socialdemócratas.

Los Liberales quieren menos intervención y menos impuestos, justo lo contrario que sus otros posibles socios de coalición a la izquierda. A nivel europeo, con los liberales en el poder, también será más complicado conseguir bonos o mutualización de la deuda en la UE, si llegara el caso o una nueva crisis. Los países frugales o austeros, eso sí, se congratularían.    

A nivel europeo, con los liberales en el poder, también será más complicado conseguir bonos o mutualización de la deuda en la UE, si llegara el caso en una nueva crisis""

Dando por hecho que las dos posibles coaliciones serían centristas, la semáforo estaría algo más escorada a la izquierda, con permiso de los liberales, que la Jamaica. Y, aunque la tradición democrática marcaría que fuese el más votado el que intentara formar gobierno, es decir Olaf Scholz, no hay nada que impida que Armin Laschet pueda llegar a ser el canciller aunque no sea el ganador. De hecho, ya ha ocurrido que el gobierno ha estado presidido por el partido que no había sido el más votado. 

Alemania sigue su senda de gobernar en coaliciones, su sistema electoral hace difícil conseguir una mayoría absoluta, solo hubo una y fue bajo el canciller Konrad Adenauer. Pero, ahora, se trata, además, de conseguir un gobierno tripartito, cualquiera de las dos opciones ya se ha probado a nivel regional, pero no federal.

La maquinaría de la cultura de la negociación y el consenso está también bien engrasada en el país: grandes coaliciones, coaliciones de CDU o SPD c liberales o rojiverdes son las que hemos conocido hasta ahora. El Parlamento no está ni más ni menos fragmentado que hace años, la extrema derecha AfD ha perdido dos puntos y ya no es ni el tercer partido más votado, ni será el primero de la oposición parlamentaria, lo cual es un dato positivo, aunque es muy negativo el que haya sido las formación más votada en los estados del este de Turingia y Sajonia.

No podrá haber coalición rojirojiverde porque Die Linke ha caído mas de lo esperado y estará en el parlamento gracias a haber conseguido tres mandatos directos porque no han logrado pasar la barrera del 5% necesaria para entrar en el mismo.

Con la presencia en el nuevo Ejecutivo de Verdes y Liberales se acabará el continuismo de la era Merkel y habrá cambios y reformas muy necesarios para hacer el país más digital y más verde

Así que caen los extremos y los dos grandes partidos y los medianos-bisagras se convierten en determinantes para formar coalición de gobierno a tres. Ninguno quiere enseñar todavía sus cartas en la nueva partida de póker que se inicia en Alemania para saber quien tendrá el poder. El que mejor la juegue se llevará el gato al agua y habrá un color u otro en la coalición de gobierno. En cualquier caso, con la presencia en el nuevo ejecutivo de Verdes y Liberales se acabará con el continuismo marcado por la era Merkel y habrá cambios y reformas muy necesarios para modernizar el país y hacerlo más digital y más verde. 

Y, si resulta que todos juegan muy mal al póker y no hay manera de conseguir ningún gobierno tripartito, siempre quedará una posible Gran Coalición, que ni SPD ni CDU quieren y que, probablemente con Scholz al frente, supondría seguir con más de lo mismo, pero sin Merkel.

Lo que se da prácticamente por descartado es la repetición de elecciones. Los votantes alemanes cuando votan dan un claro mensaje a los políticos: negociar y consensuar todo lo necesario, experimentar nuevas vías, y garantizar estabilidad y seguridad, bienes muy preciados por la sociedad germana. Pero, esta vez, les han colocado ante el más difícil todavía. Las cartas están servidas.


Pilar Requena es directora de Documentos TV y autora de Angela Merkel, la canciller eterna y de La Potencia Reticente.