Algunos condenados por agresión sexual han visto reducidas sus penas gracias a la ley Montero, la del ‘sólo sí es sí’, así que la ministra de la sororidad, de la Amazonia y de las mujeres quizá autodeterminadas pero siempre frágiles está enrabietada y confusa. Esa ley suya era sobre todo retórica, reverberante, más ejemplarizante en verso que en sustancia, o sea que era más importante ponerle al delito otro nombre más sonoro, o meter toda la ley en una pegatina, que hacer que los tipos y las penas fueran coherentes y proporcionados. Como un juez no puede condenar ni absolver a pancartazos, ni con batucadas, y la ley estaba hecha pensando sólo en la rima, ahora hay unas penas mínimas o máximas que han cambiado o bailado y que los reos empiezan a reclamar. Montero culpa a los jueces por no saltarse su propia ley para darle gusto a su eslogan, ya ven, pero a mí esto me deja una esperanza: lo mismo la reforma de la sedición y la malversación acaba dándose la vuelta o disolviéndose igual, por la mala literatura de la ley o por la propia costumbre sanchista.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Peinado dice ahora que no investigar a Air Europa en el 'caso Begoña Gómez' sería prevaricar
- 2 Canal de Isabel II: una sentencia permite despedir a los fijos
- 3 Cómo será el kit de supervivencia de 72 horas que la UE va a pedir a los ciudadanos
- 4 Una actor de La Promesa se sincera sobre el adiós de Ana Garcés
- 5 Te suben el IRPF y contratan a Belén Esteban para La 1
- 6 Esther Palomera, molesta con Ana Rosa por un detalle de su vida
- 7 El gran problema de 'El odio': ¿Dónde está Ruth Ortiz?
- 8 El Gobierno da portazo oficial a Sumar: "Sería hacer perder el tiempo al Congreso" llevar los Presupuestos sin acuerdo
- 9 El mensaje de Enrique Fortún, Lope en La Promesa, a Ana Garcés