No se ha visto nada igual y mira que se han visto cosas en Madrid. Nunca se vio a una pareja de candidatos, él y ella, tan abandonados por su jefe, tanto que ni siquiera va a cerrar la campaña en Madrid como era habitual. 

Tanto, que el único mitin que ha hecho Pedro Sánchez durante toda la campaña ha sido en Alcalá de Henares, ninguno en la capital ni en otros feudos tradicionales del PSOE como puede ser Leganés o Coslada. Sí estuvo en precampaña  en Fuenlabrada y en  Getafe pero no en la campaña. En la campaña ha recorrido el país de punta a punta pero no ha tenido tiempo para parar en Madrid. 

Han sido abandonados a su suerte y ni siquiera están batallando, no ellos dos, me refiero a la sede del partido en Ferraz y al propio presidente, que ha ido de mitin en mitin anunciando lo que el martes siguiente va a aprobar el Consejo de Ministros. ¿No podía haber parado en Madrid en uno de esos mítines, que ya se acaban afortunadamente, para arropar a la pareja de candidatos menos arropada de la historia del Partido Socialista?

Téngase en cuenta que la candidata al Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, salió del Consejo de Ministros porque era la titular de Industria, Comercio y Turismo, poca broma, y aceptó ir al matadero por pura disciplina de partido porque era evidente que lo que le esperaba no era lo mejor a lo que puede aspirar una persona metida en política: una segunda o si se dan mal las urnas quizá tercera plaza en el ranking de los partidos del Ayuntamiento. 

El caso es que la campaña se acaba y no hay una pareja más abandonada por los suyos que la pareja de candidatos del PSOE de Madrid

Y, en ningún caso, salir a ganar porque ella sabía que salía a perder. ¿No merecía al menos un poco de apoyo por parte de la estructura de Ferraz, que los ha dejado solos y por parte de su jefe de filas, que bien podría haber hecho alguna indicación a sus asesores para detenerse en Madrid y devolverle el favor a la señora Maroto y en menor medida a Juan Lobato? Había que ver algunos mítines de estos de barrio, que es lo que ha hecho ella, en Moratalaz, con no más de 30 personas.  Una cosa deprimente.

El caso de Lobato es igualmente sangrante, pero distinto, porque estuvieron buscando a alguien que se hiciera cargo de la representación socialista en la Comunidad madrileña y en vista de que no encontraron a nadie, dejaron a Juan Lobato que ya estaba al frente del PSOE de Madrid pero que no les convencía porque no es agresivo y es un hombre de otro tiempo tomada esta expresión en el sentido más favorable. A ver qué sucede después de las elecciones porque su puesto está en almoneda.

El caso es que la campaña se acaba y no hay una pareja más abandonada por los suyos que la pareja de candidatos del PSOE de Madrid. “Es clamoroso. La gente se siente huérfana”, le decía anteayer a Juanma Romero un militante buen conocedor de lo que su cuece habitualmente en Madrid en términos de la política del PSOE. “Llevo en esto toda mi vida y nunca había visto una campaña así”, opina un responsable de campaña de una gran localidad del sur, que añade que “no hay planificación de campaña, no hay agenda regional”.

Mañana estará en Entrevías Pedro Sánchez con Reyes Maroto y Juan Lobato. 

Pero ya es demasiado tarde.