El bronco debate que nos ha dejado el incierto resultado de los pasados comicios del 23-J, con una crispación política y social creciente y una aritmética parlamentaria más endiablada que nunca, se ha visto aliviado por un hecho histórico ocurrido esta semana en nuestro deporte. España, por primera vez, alcanzaba la victoria en un mundial femenino de fútbol, poniendo a nuestra selección a la altura de una inolvidable y gloriosa España que, gol de Iniesta mediante, dobló el brazo a un impotente combinado holandés en aquella inolvidable final de Sudáfrica 2010. ¡Gloria eterna a nuestras CAMPEONAS, que han protagonizado una gesta que nos enorgullece a todos y a todas! 

La alegría se ha visto, sin embargo, enturbiada y ensuciada inmediatamente por la polémica. ¡Como tantas veces ocurre en España! El ‘machirulo’ y repugnante comportamiento del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, que en pleno furor de alegría tras la victoria besaba en la boca, cual macho enfervorecido, a una de nuestras campeonas, Jenni Hermoso, ha puesto en evidencia el enorme camino que aún queda en España por recorrer en materia de respeto y de igualdad. Un beso, por supuesto no consentido, que ha puesto en la picota la figura, ya suficientemente controvertida y cuestionada de tan oscuro personaje. 

No fue el único ‘gesto’ que este siniestro representante de la España negra protagonizó en la final del pasado domingo. Rubiales se permitía incluso el lujo de llevarse la mano a los genitales (con perdón, a los huevos) ante la propia Reina doña Letizia, preso de un furor testosterónico que, por lo demás, hasta ahora nunca se había visto traducido – y él es quien podría implementarlas- en mejoras para el desarrollo del fútbol femenino en España. Millones de espectadores, en todo el mundo, no daban crédito… pero esto es lo que tenemos. 

Esclavasde su Señor

Y es que Luís Rubiales encarna a la perfección el espíritu de aquel país, bajo la bota del franquismo, en el que las mujeres eran tan solo consideradas y valoradas para la maternidad, y en el que apenas pasaban por ser poco más que meros objetos de placer de sus señores, amén de sus ‘domésticas esclavas’: ‘Señoras de su señor’. Rubiales, con su gesto, ha puesto sin darse cuenta a nuestro país frente a un espejo que evidencia que el blanco y negro no ha desaparecido aún del todo en muchos comportamientos masculinos, privados y públicos… ¡y ello a pesar de que se cumplen ya 48 años desde la muerte del dictador fascista Francisco Franco!

La paradoja es que estamos hablando del mismo individuo que alardeaba en sus inicios como cabeza visible de la Real Federación Española de Fútbol de su ‘amistad’ con el jefe del Ejecutivo, contando con el único aval de algunos mensajes de whatsapp cruzados entre ambos, como institucionalmente a sus responsabilidades puede corresponder. Luis Rubiales tiene abiertos en los últimos años varios frentes judiciales tremendamente oscuros, no siendo el menor de ellos el del presunto cobro de comisiones por llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí, país como se sabe ‘campeón’ en cuanto al respeto de los Derechos Humanos y del trato a la mujer (nótese, por favor, el tono irónico). La justicia investiga, en este caso, el presunto cobro de una ‘mordida’ de 24 millones de euros por parte de la Federación y de la empresa del mítico jugador del Barça, Gerard Piqué. Se han llegado a barajar las disparatadas cifras de 40 millones para la Real Federación Española de Fútbol y otros 24 millobnes para ‘Kosmos Holding’, la empresa del citado Gerard Piqué. 

No es menor tampoco el tristemente célebre serial de audios telefónicos que destapó algún medio digital como El Confidencial: grabaciones clandestinas en las que se escuchaba al tal Rubiales hablar con algunos ministros del PSOE y también de Unidas Podemos. Por añadir otro escándalo más a una larga lista de basura, cabe recordar que su propio tío, Juan Rubiales, que llegó a desempeñar el puesto de jefe de su Gabinete, denunció supuestas orgías del personaje y algunos amigos en la localidad granadina de Salobreña. Sencillamente asqueroso. 

Un dato poco conocido es el astronómico sueldo que cobra este personaje: 675.761 euros anuales, a los que hay que añadir otros 3.000 mensuales como ayuda para sufragar su vivienda en la capital de España. La brutal subida de salario tuvo lugar el pasado mes de mayo de 2022, tras su refrendo por la Asamblea General de la RFEF y en una votación… ‘muy ajustada’: ¡83 votos a favor y una abstención! Cabe añadir que todos los que votan le deben su puesto al ínclito amo y señor del fútbol en España. 

Pedro Sánchez ha marcado ya al machiruloel camino de salida

El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante la dimensión que ha cobrado la escandalosa conducta de Luis Rubiales, ha tenido que bajar al barro de esta polémica para exigir al responsable de la RFEF que ofrezca disculpas adicionales y más claras: ‘Lo que vimos fue un gesto inaceptable y las disculpas que ha dado el señor Rubiales no son suficientes, e incluso no son adecuadas, y por tanto lo que tiene que hacer es seguir dando pasos para aclarar lo que vimos todos’. En una reciente comparecencia de prensa, preguntado por el asunto, el jefe del Gobierno en funciones arrancaba ya con toda la firmeza y contundencia posibles: ‘Ha habido algunos comportamientos, como los del señor Rubiales, que si manifiestan algo es que en nuestro país queda mucho camino por recorrer en materia de igualdad y de respeto y en esa equiparación en materia de derechos entre los hombres y las mujeres’. Poco que añadir. Aunque segundos más tarde Sánchez aclaraba que la RFEF no forma parte, como es natural, del organigrama del gobierno y que su responsable es elegido por sus asociados, a nadie se le escapa que con esta declaración, Pedro Sánchez, está enseñando la puerta de salida a un Rubiales cada vez más cuestionado y acorralado. 

¡Rubiales kaputt!

Estoy seguro de que mi admirado y apreciado Miquel Iceta, ministro del ramo, está buscando la fórmula legal para segarle la hierba bajo los pies a este IMPRESENTABLE. De momento, el Consejo Superior de Deportes ha anunciado ya que si la Real Federación Española de Fútbol no se pone las pilas, el propio organismo gubernamental podría inhabilitarle mediante el TAD, aplicando como instrumento le Ley del Deporte. Y es que, al ser la RFEF una entidad privada de derecho público, el gobierno, es decir, el CSD, no tiene mucho margen de maniobra para echar a este sujeto. Pero sí para abrir un procedimiento como9 el que acabo de describir. En ello están y me consta que el propio ministro de Cultura y Deporte Miquel Iceta, sin duda tras evaluarlo con el propio presidente del Gobierno, ha dado las instrucciones oportunas para que así sea.