La sesión se abrió con una intervención sin límite de tiempo del candidato a presidente Pedro Sánchez. Pero la primera parte de su discurso que pasó de los 40 minutos, se dedicó a hacer un discurso de oposición a la oposición, cosa que no tenía el menor sentido porque él era el candidato a la investidura.

Y lo cierto es que voló muy bajo porque no abordó las grandes cuestiones que se abren en toda legislatura que comienza -política industrial, política empresarial, política exterior y un largo etcétera en el que se incluye la política interior- nada más dijo que extendería la bajada del IVA en los alimentos hasta el mes de junio y que "los discapacitados y jóvenes contarán con transporte gratis a partir del 1 de enero." Pero no hubo un despliegue como tal de la legislatura que él piensa desarrollar de aquí a los próximos cuatro años.

A la hora de responder a Yolanda Díaz, me he puesto a escribrir este artículo así que no sé si habrá desarrollado la política laboral en ese momento puesto que la señora Díaz es una apuesta segura del Gobierno de Pedro Sánchez y supongo que será la próxima ministra de Trabajo, que es su especialidad.

Lo que sí se pudo apreciar fue que, casi al final de su intervención, habló de esa ley de amnistía que va a englobar a todos los que hayan participado de alguna manera en cualquier modalidad de empuje a la independencia desde el año 2012 hasta el año 2013, que es en el que estamos ahora y aún más adelante, según consta en el acuerdo firmado.

Era el momento que estaba esperando Alberto Núñez Feijóo porque la intervención de éste iba a versar sobre todo sobre ese punto. Para empezar, le dijo al presidente todavía en funciones algo que es evidente para cualquiera y es que "lo que trae a la Cámara no se votó en las urnas" cosa que calificó como "corrupción política".

Después ha recitado, como en una letanía de Noes, todos los que el Partido Popular dice a la "compra" de los votos de ERC y sobre todo de Junts: a continuación ha proclamado, entre el coro de los escaños populares: "No a la amnistía; No a ignorar la víctimas del separatismo; No a borrar delitos de corrupción ni de terrorismo; No a mediadores internacionales; No a la injerencia rusa; No a cesiones de 100.000 millones; No a Bildu; No a darle la espalda a más de la mitad de los españoles; No a la mentira; No a la desigualdad entre españoles". En definitiva No a Pedro Sánchez".

La intervención de Alberto Núñez Feijóo estaba más centrada en la ley de amnistía y en los acuerdos entre Santos Cerdán, número tres del PSOE y Jordi Turull secretario general del partido de Junts x Cat, al que pertenece Carles Puigdemont aunque él no ocupe ningún cargo orgánico dentro de su partido, y en los que firmaron en Barcelona Félix Bolaños y Oriol Junqueras líder de ERC, que en contraponer un modelo de crecimiento y prosperidad para España, puesto que se trataba de la sesión de investidura de Pedro Sánchez.

En ese sentido Núñez Feijóo acusó a Sánchez de hacer un discurso que parecía un delirio y se comprometió a no callarse jamás, "no dejaré huérfana a esa mayoría constitucional". "El señor Sánchez no ha conseguido el apoyo de nadie, lo ha comprado que es muy distinto", dijo Feijóo.

Y dirigiéndose a la presidenta de la Cámara, le entregó la documentación que acredita que Jueces, Abogados, Fiscales, Inspectores de Hacienda, Letrados del Estado, Policías, Guardias Civiles, Empresarios, han manifestado su desacuerdo con la ley de amnistía diciendo: "¿Todos son ultras peligrosos?"

También recibió Pedro Sánchez su dosis de jarabe de palo por haber recibido con sonrisas a una condenada por apología del terrorismo como es Mertxe Aizpurúa

También recibió Pedro Sánchez su dosis de jarabe de palo por haber recibido con sonrisas a una condenada por apología del terrorismo como es Mertxe Aizpurúa y a continuación describió como el viejo PSOE con Felipe González a la cabeza se ha desmarcado de un partido que ya no reconocen como suyo y algunos de los cuales se han dado de baja ya. Y tuvo igualmente unas palabras para los separatistas catalanes a los que dijo que "no se sabe quién acabará siendo víctima de quién".

Tuvo gracia que ya en los minutos finales de su intervención preguntara a Gabriel Rufián a Míriam Nogueras y a Mertxe Aizpurúa si era verdad que ahora se sentían profundamente españoles y si su repentino amor a España era equiparable al de Pedro Sánchez.

Aparte de algún sarcasmo dirigido a las ministras de Podemos, sobre todo a Irene Montero, de quien dijo cómo era posible que un Gobierno que se las da de ser el más feminista de la Historia vaya a cesar a la ministra de Igualdad, a lo que la señora Montero asintió con un gesto que venía a decir: "ya ve usted lo que son las cosas".

Ha terminado con una frase lapidaria: "A usted la Historia no le amnistiará"

Y también: " Yo me comprometo con los españoles, España no se rinde"