La estrategia racista y xenófoba del partido Vox es ya de sobra conocida por todos los ciudadanos de este país llamado España, excepto por los jefes, partidistas y votantes de Vox. Todos estos proclaman por cielo, tierra y mar que su partido es lo más constitucional, demócrata, respetuoso con los derechos humanos y hospitalario con toda raza, sexo y religión como no se ha visto otro desde la fundación del mundo. Ellos se quedan tan tranquilos y a nosotros se nos desencaja la mandíbula de la risa tonta.
Evidentemente, cada día surge una bomba racista de Vox, con espoleta más o menos retardada y calculada, en ciertos lugares de la geografía bien escogidos como laboratorio de sus endémicos racismos. Ahora, parece que el punto cero está en tierras murcianas. Los lugares han ido saliendo en todos los medios durante este tórrido verano.
Ese no es cristianismo, es una pantomima y una sacrílega comedia que ellos y ellas se montan a su antojo
Pienso que se han hecho todos los análisis sociológicos, políticos, antropológicos... de estos hechos racistas y de odio al extranjero, sobre todo al islámico. Las páginas de los periódicos de papel, las páginas web de los digitales, las cadenas televisivas, las radios... no paran de comentar por activa, por pasiva y por perifrástica estos hechos. O sea, que esos análisis y reflexiones están ya muy saturados. Tienen poco o nada que añadir.
Sin embargo, no se leen ni se ven apenas análisis desde otro punto de vista muy importante: desde el punto de vista religioso, creyente o cristiano. Porque resulta que estos señores y señoras de Vox, dirigentes o militantes de a pie, apelan siempre a su cristianismo, a su catolicismo, a la cultura y tradición cristiana de España, a las raíces cristianas de nuestra católica y apostólica patria...
Pues bien, cualquiera que tenga unas mínimas nociones de lo que significa ser cristiano (seguidor de Cristo) o católico (universal, según su etimología griega), tiene muy fácil hacer un análisis del cristianismo y el catolicismo de estos señores y señoras de Vox. Hablo del verdadero cristianismo, porque no hay otro que el del mensaje del Evangelio de Jesús de Nazaret. No hablo de un cristianismo inventado por ellos y ellas según su ideología y sus intereses políticos. Ese no es cristianismo, es una pantomima y una sacrílega comedia que ellos y ellas se montan a su antojo.
Señor Abascal y compañía, si no quieren entender lo que dice el Evangelio, allá ustedes, pero dejen ya de tergiversar y de falsear el verdadero cristianismo
Vamos a ver qué dice el Evangelio sobre los migrantes y extranjeros. Supongo que, si estos señores y señoras han leído, aunque sea un poco por encima, los cuatro evangelios, se habrán dado cuenta que, en el capítulo 25 del evangelio de San Mateo, Jesús de Nazaret, Cristo, dice lo siguiente: “Venid benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui emigrante y me acogisteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme. Entonces los justos le contestarán: Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos emigrante y te acogimos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”. Más alto y claro, imposible.
Señores y señoras de Vox, eso es el cristianismo verdadero. Aquí está la raíz y el ADN del cristiano. Lo que, en buena teología, se dice que “los pobres, los enfermos, los migrantes, los desvalidos, los hambrientos... son sacramento de Cristo”. Y por si todavía no han caído en la cuenta, aquí Jesús de Nazaret, Cristo, habla de los migrantes. Por cierto, los estudiosos de la Sagrada Escritura dicen que, en este capítulo 25 de San Mateo, se encuentra el criterio de salvación o de condenación.
Así que, una de dos: sean ustedes coherentes y consecuentes con el calificativo de cristianos del que presumen y no se les cae de la boca, o no ensucien tal calificativo con unas obras, unas actitudes y unas propuestas de leyes que no tienen nada que ver con el cristianismo auténtico y verdadero. Señor Abascal y compañía, si no quieren entender lo que dice el Evangelio, allá ustedes, pero dejen ya de tergiversar y de falsear el verdadero cristianismo.
Celestino Fernández es sacerdote paúl
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1 Comentarios
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hace 12 minutos
Yo creía que el que dijera a su hermano «necio» era como si lo asesinara y se hacía culpable del infierno de fuego.
Qué fácil es hacer teología barata sacando pasajes de contexto.
El Islam es una religión, no una raza ni una nacionalidad. Vox pide dar preferencia a los hispanoamericanos por su mejor integración. ¿Acaso da asilo el Vaticano o concede la nacionalidad a los que entren en su territorio? Es un estado soberano, que dé ejemplo. Por cierto,¿cuántos emigrantes o vagabundos y mendigos duermen a diario en su parroquia y en la casa parroquial? Lo digo porque hay gente durmiendo en la calle, y como usted es tan cristiano y «al que te pida dale y no se lo niegues». ¿Cuánto lleva Ud. en la cartera? Lo quiero, todo. Póngame aquí su dirección que iré a buscarlo. No, mejor tráigamelo Ud., camine incluso el doble, y le exijo su camisa y sus pantalones. Para terminar, pienso darle dos bofetadas, y no me juzgue, que es pecado.
A este juego yo también sé jugar, querido.