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Red Eléctrica y el valor de la seguridad

El relevo del consejero delegado aviva el debate sobre la conveniencia de la estrategia de diversificación emprendida por el grupo

Tendidos de Red Eléctrica de España.

Tendidos de Red Eléctrica de España.

Que una empresa cotizada encadene dos recortes consecutivos en bolsa forma parte de la normalidad de los mercados. Que esas caídas lleguen a superar el 1,7 y el 2,5% cada uno de esos días puede parecer algo más serio, pero si se producen en un entorno general negativo y afectan a una compañía que acumula una fuerte escalada en las últimas semanas no deberían ser síntoma de mayor preocupación.

Sin embargo, cuando la protagonista de este tropiezo es Red Eléctrica la situación puede parecer más preocupante. El operador del sistema eléctrico español no había sufrido dos jornadas seguidas de números rojos desde hacía algo más de un mes, y si la caída de este martes ya fue la peor en casi tres meses la del miércoles ha representado su mayor traspiés del año (igualado con el del pasado 20 de febrero).

Este revés se ha producido justo tras el nombramiento de Roberto García Merino como nuevo consejero delegado del grupo, en sustitución de Juan Lasala, evidenciando que entre los inversores la decisión no ha sido acogida de forma favorable. "Es evidente que el mercado no lo ha interpretado de forma positiva", corrobora Ángel Pérez, analista de Renta 4.

El nombramiento de García Merino supone un refuerzo de la apuesta del grupo por las telecomunicaciones y la expansión internacional

La razón es que tras el ascenso de García Merino, hasta ahora director ejecutivo de Telecomunicaciones e Internacional de Red Eléctrica, subyace la idea de que el grupo que dirige Jordi Sevilla tiene previsto enfocarse en una estrategia de diversificación de sus negocios tradicionales. "No hay duda de que un consejero delegado proveniente del negocio de telecomunicaciones, junto con un presidente de perfil alto, aumenta las probabilidades de una aceleración en la estrategia de diversificación e internacionalización", observan los analistas de Banco Santander.

Lo cierto es que Red Eléctrica no lo esconde. En el mismo documento en el que anunciaba el relevo en su cúpula, la compañía ya explicaba que "con el nombramiento de García Merino busca reforzar la respuesta a los retos que plantea la transición energética e impulsar el área de las telecomunicaciones, con la integración de Hispasat, y la expansión internacional del grupo".

Las intenciones de la dirección de la compañía energética no pueden resultar una sorpresa, en cualquier caso. La reciente compra de Hispasat y el posterior plan estratégico hasta 2022 ya marcaban claramente un rumbo de diversificación tanto a nivel de negocios como geográfico. Lo que pasa es que el mercado ya ha dejado entrever que estas ideas no terminan de convencerle. No en vano, en un ejercicio que está resultando bastante positivo para todas las compañías ligadas al negocio energético, Red Eléctrica se sitúa como la única compañía del sector que cotiza en negativo en el Ibex en 2019, con un leve recorte del 0,85%.

"No estamos muy entusiasmados con la creciente importancia de las empresas no reguladas, ya que la seguridad y visibilidad de las actividades reguladas es lo que hace que Red Eléctrica sea atractiva y única", indican los analistas de Alantra, que, sin embargo, mantienen una visión positiva sobre la compañía, que consideran "una de las pocas (si no la única) cotizadas razonablemente atractivas" en el sector energético español.

Pero, como resalta Pérez, si Red Eléctrica se ha mostrado hasta ahora como una empresa de elevada seguridad y alta visibilidad de sus ingresos -lo que le ha valido, entre otras cosas, contar con ratings superiores a los del Estado español-, "esta nueva Red Eléctrica tiene un riesgo intrínseco superior. Y además ha anunciado un recorte de dividendos para afrontar sus necesidades de capex que disminuye otro de sus tradicionales atractivos".

Los analistas consideran que Red Eléctrica está sacrificando la seguridad del negocio, una de sus principales fortalezas

La compañía que dirige Jordi Sevilla plantea este giro estratégico en un momento en el que la rentabilidad de sus negocios regulados apunta a la baja, lo que justificaría esa apuesta por la diversificación. Pero los expertos creen que el negocio tradicional aún presenta unos rendimientos suficientemente atractivos y, si una mayor expansión geográfica puede asumirse como una opción interesante -pese a que "en el momento en el que se encuentra el sector resulta difícil encontrar operaciones a valoraciones atractivas", explica Pérez-, la renuncia a las garantías que ofrecen actividades de bajo riesgo como la del transporte energético no parecen ajustarse a las demandas de los inversores.

Así lo corroboran los analistas de Santander, quienes consideran que el reemplazo de Lasala por García Merino "envía, en nuestra opinión, un mensaje claro que va en la dirección opuesta a lo que creemos que quiere el mercado, lo que pensamos que es menos riesgo, menos diversificación y más dividendos".

Sin duda, el escenario actual ha convertido a las empresas reguladas, con alta capacidad de generación de caja, elevada predictibilidad y altos dividendos en activos muy demandados, como una especie de sustitutivos de la renta fija, ante los escasos rendimientos que ofrece esta, y en un entorno de débil crecimiento económico que constriñe el potencial de los negocios más ligados al ciclo económico. Y desde ese punto de vista la apuesta por la diversificación de Red Eléctrica parece ir contra los anhelos de los inversores.

Pero lo que hoy es seguridad tal vez mañana sea visto como un lastre al crecimiento y la toma de riesgos actual el motor que impulse al valor en el futuro. Al fin y al cabo, el valor de la seguridad no es más que una percepción.

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