Al presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, no le habrán faltado momentos para arrepentirse de la apuesta que su entidad hizo en 2015 para hacerse con el negocio del banco británico TSB. La operación, valorada entonces en unos 2.300 millones de euros, se convirtió pronto en una puerta abierta de par en par a los problemas.

Para seguir leyendo Regístrate GRATIS