Rusia vuelve a ser un actor crucial en la escena mundial. Está recuperando influencia en sus antiguos aliados en el Este, ha logrado importantes éxitos en Siria, y cuenta con un nuevo aliado en Washington: el presidente electo, Donald Trump. El presidente, Vladímir Putin, encarna esa esperanza de renacer del imperio ruso, que en 2017, cien años después de la Revolución que acabó con los zares, vive un año crucial.