El País Vasco prefiere no esperar y ha optado por intentar poner remedio al previsible impacto que el Brexit tendrá en las empresas vascas afincadas en el Reino Unido. Una delegación del Gobierno vasco presidida por la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantza Tapia, ha inaugurado hoy una oficina comercial de Euskadi en Londres con la que aspira a dar apoyo a las empresas vascas que operan allí. La prioridad pasa por rebajar la incertidumbre que  se ha intensificado tras la reciente firma del proceso de salida de la Unión Europea.

Actualmente el tejido empresarial vasco exporta al Reino Unido por un volumen de 1.300 millones anuales e importa por valor de 850 millones de euros. En el Reino Unido están afincadas medio centenar de empresas vascas, entre ellas nombres significados y con una larga trayectoria en aquel país, como CAF o Idom. Los sectores como la automoción, el ferrocarril o la aeronáutica son los de mayor peso. Con esta visita también se quiere abrir camino para la introducción de nuevos sectores de la economía vasca al mercado inglés, como el financiero o las start ups. El reto de la nueva oficina ubicada en el corazón de la City pasa por contribuir a rebajar incertidumbres de las empresas, fundamentalmente por los cambios en la divisa y el incremento del coste de la actividad, y abrir un nuevo canal de comunicación con las instituciones para mejorar el clima de confianza y seguridad de las empresas. Con este fin la consejera Tapia se ha reunido esta mañana con el sevretario de Estado de Comercio Exterior.

La oficina formará parte de la red exterior de la SPRI, la Agencia Vasca de Desarrollo Económico, que cuenta con 16 delegaciones repartidas por todo el mundo. La visita incluye una ronda con empresas y en especial con Rolls Royce, donde el jueves se celebrará un encuentro con los máximos representantes de la compañía y con miembros de ITP.

Actualmente el Reino Unido es el cuarto mercado de exportación de las empresas vascas. La importación se ha visto en cambio sacudida por un comportamiento muy irregular en los últimos años, con una fuerte caída en el periodo 2009 a 2013, un repunte entre 2014 y 2015, y de nuevo un descenso pronunciado el año pasado. El objetivo fijado pasa por facilitar relaciones comerciales a las empresas vascas en su condición de exportadoras, o con implantaciones comerciales o productivas en el país. También se está avanzando en tejer una red de contactos con representantes locales e internacionales que favorezca la actividad de la empresa vasca en el Reino Unido.