El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, está ganando puntos en la carrera de sucesión de Susana Díaz en Andalucía. El regidor se perfila como nuevo secretario general del PSOE-A si su lideresa gana las primarias el 21 de mayo y se traslada a Ferraz. Tras el congreso federal del PSOE, todas las federaciones regionales y agrupaciones provinciales celebrarán sus propios procesos, que se desarrollarán en cascada. En verano se celebraría el congreso del PSOE-A que deberá elegir al nuevo secretario general con el objetivo de mantener la paz interna.

Fuentes cercanas a Susana Díaz explican que Espadas es uno de sus favoritos para el cargo. Las razones son variadas. En primer lugar, el regidor ha demostrado máxima lealtad a la presidenta desde que ella lo designó candidato para relevar al entonces alcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín.

Espadas aceptó el reto en 2010, pasó cuatro años en la oposición de Juan Ignacio Zoido (2011-2015) hasta que perdió la mayoría absoluta, permitiendo un pacto PSOE-Participa Sevilla (Podemos)-IU que le dio la Alcaldía. Desde entonces, nada se mueve en el Ayuntamiento de Sevilla sin el consentimiento de Susana Díaz, que personalmente ha supervisado cada nombramiento de cargos de confianza.

Díaz tiene la última palabra en los nombramientos del Ayuntamiento

Con Espadas en la institución y su amiga Verónica Pérez al frente del PSOE provincial, Díaz mantiene un control férreo en Sevilla. Ambos son garantías de que la baronesa andaluza no perderá ni un ápice de poder interno. Por ese motivo, Pérez también podría perfilarse como candidata a la Alcaldía en el caso de que el regidor diera el salto a la Junta de Andalucía.

Aunque Espadas no ganó las elecciones, el Ayuntamiento le proporciona una plataforma excepcional para darse a conocer por la ciudadanía. Incluso el rechazo que podría causar su condición de sevillano se vería paliada por iniciativas que ha puesto en marcha como el Eje Sevilla-Málaga o la red de alcaldes andaluces, que pretenden acabar con la rivalidad entre las dos capitales y establecer una colaboración entre ciudades en materia económica y turística.

Un sucesor fuera de la Junta

El empeño de Susana Díaz de mantenerse en la Presidencia de la Junta si gana las primarias le empujan a buscar a un sucesor fuera de la Administración autonómica. Sólo así se garantiza que ninguno de los aspirantes al puesto pueda maniobrar para provocar su salida. En el caso de que Díaz tuviera que abandonar la Junta por exigencias de la Secretaría General, podría sustituirle de forma provisional su vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, hasta que se convocaran elecciones y Espadas se presentara como candidato. Así sólo habría un retroceso generacional temporal y el 'nuevo tiempo' representado por Díaz tendría su continuidad en Espadas.

Con esta bicefalia, el actual eje de poder del PSOE andaluz, formado por las federaciones de Sevilla y Cádiz, mantendrían su hegemonía, frente a opciones barajadas hasta ahora como el ascenso del secretario general de Jaén, Francisco Reyes, que se encuentra recuperándose de un infarto.

En este sentido, Díaz contempla la posibilidad de adelantar las elecciones andaluzas, como hizo en 2015, cuando intentó anticiparse así al auge electoral de Podemos, que entonces apenas tenía implantación en la comunidad. En el caso también de que Mariano Rajoy opte por convocar elecciones generales, Díaz podría hacer coincidir las andaluzas para convertirse ella en cabeza de cartel y movilizar así el voto al máximo en la comunidad en ambos sentidos.