Pedro Sánchez ha cerrado su campaña catalana con una nueva demostración de fuerza en la comarca que, sobre el papel, más firmemente debía apoyarse la candidatura de Susana Díaz, el Baix Llobregat. La cuna del “aparato” del PSC y su mayor granero de votos ha sido el escenario del último mitin del candidato a la Secretaría General. Un mitin en el que Sánchez ha obviado la procelosa cuestión de la nación catalana y se ha presentado como el candidato de la izquierda; para demostrarlo, los organizadores han cerrado el acto al son de la Internacional, con el público en pie y el puño en alto.

Al millar largo de militantes socialistas que ha desafiado a la lluvia para escucharle en Viladecans (Barcelona) a Pedro Sánchez les ha prometido que “a partir del 22 uniremos al PSOE para derrotar a la derecha política y económica. Vamos a rescatar al partido socialista, vamos a sacarlo de la deriva y a ponerlo rumbo a la Moncloa”. El candidato no ha entrado a fondo contra sus rivales -ya lo han hechos sus teloneros- y ha centrado su discurso en las promesas para el día después ante un auditorio convencido de la victoria el próximo domingo.

“Nos estamos jugando el futuro de la izquierda de España” ha proclamado el candidato, que ha lamentado una vez más “la investidura frustrada tras el no de Iglesias”. Existe una izquierda “que le sienta como un guante a Mariano Rajoy” ha apuntado, “pero nosotros no estamos ni al lado ni debajo del PP”.

Respecto al presidente del Gobierno, Sánchez le ha exigido que “dimita por decencia, que no arrastre a España y los españoles” y ha lamentado que “no extraña que tenga que declarar por corrupción, lo extraño es que siga siendo presidente y lo sea con la abstención del PSOE”.

Feudo susanista

“Decían que la dirección del Baix Llobregat estaba con Susana; pues el Baix Llobregat está aquí y está contigo” ha proclamado el alcalde de Viladecans, Carlos Ruiz, en un discurso de bienvenida en el que tanto él como las dos alcaldesas que le han precedido han exhibido una dureza contra Susana Díaz que no se vio en actos anteriores.

La alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz, ha reclamado a las viejas glorias del socialismo ejemplificadas en Felipe González, Joaquín Almunia o Alfredo Pérez Rubalcaba que den un paso atrás, asegurando que “Pedro entre el cargo y la coherencia eligió la coherencia y de paso nos dignificó a miles de votantes socialistas” y ha lamentado que los socialistas “hemos sentido vergüenza”.

La dirigente catalana ha parafraseado a Susana Díaz para asegurar que “yo no me resigno a investir a Rajoy, a elegir un gobierno corrupto como mal menor, a mirar a otro lado cuando pervierten el sistema o eligen como jefe de los fiscales anticorrupción a persona no dispuesta a luchar contra la corrupción. No me resigno y no me quiero poner de rodillas, hemos sentido vergüenza, ellos por hacerlo y nosotros por consentirlo”.