Pedro Sánchez no renuncia a la idea de desalojar a Mariano Rajoy del Gobierno a través de una moción de censura. El líder socialista ha estrenado su segundo mandato al frente del PSOE apelando a esa "mayoría parlamentaria alternativa" que acabe con una "etapa negra" de la historia de España, caracterizada por la emergencia social que vive el país y la corrupción del PP.

El secretario general del PSOE ha apuntado la fórmula para conseguir esa mayoría parlamentaria, imposible en la actualidad por el veto mutuo de Podemos y Ciudadanos, cuya falta de entendimiento impidió la investidura del propio Pedro Sánchez en marzo y la de Pablo Iglesias la semana pasada con su moción de censura fallida. Antes de volver a intentar este mecanismo parlamentario, el líder socialista quiere ensayar una colaboración entre los dos nuevos partidos a través de un nuevo espacio de coordinación parlamentaria que sirva para ir derogando ya las políticas del Gobierno del PP.

Tal y como explicó en una entrevista con El Independiente el flamante secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, se trata de poner en marcha una "nueva dinámica" que sirva para aislar al PP y generar una nueva mayoría parlamentaria que pueda actuar para cambiar el Gobierno en el caso de que la legislatura sea larga y Rajoy apure los plazos para convocar nuevas elecciones.

"Este Gobierno corrompe todo lo que toca, empezando por la Constitución". "Voy a trabajar sin descanso para lograr una mayoría parlamentaria alternativa que acabe con esta etapa de Gobierno negra del PP". El líder socialista ha justificado la posibilidad de emprender otra moción de censura contra Mariano Rajoy no sólo en la corrupción del PP y sus políticas económicas y sociales -como hizo Podemos la semana pasada en el Congreso- sino también por una cuestión patriótica.

"El PP se llena la boca de defender la Constitución pero la violenta con sus recortes en sanidad, educación y dependencia. También violenta la fiscalidad equitativa con la amnistía fiscal aprobada para los corruptos del PP". "Nuestra patria se escribe, sí, con la 'e' de España y la 's' de solidaridad", ha asegurado para marcar las diferencias entre la derecha y la socialdemocracia de izquierdas que propugna.

Ese aviso no se dirige sólo al PP, sino también a Podemos y Ciudadanos, a los que advierte de que pedirá el voto a sus electores si son incapaces de levantarse el veto mutuo para conseguir un Gobierno de cambio en España. En este sentido, ha hecho un llamamiento a las personas que participaron en el 15-M y que sentían que el PSOE no les representa para anunciarles que este partido aspira a hacerlo lo antes posible. A ese votante de Podemos ha sumado la 'generación millennial', a la que ha prometido acabar con el "precariado y el becariado" para que también confíe en el PSOE.

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Para forzar un cambio de posiciones de Podemos y Ciudadanos, que con su veto mutuo impiden a Sánchez liderar un Gobierno alternativo, ha anunciado la creación de un "espacio de coordinación parlamentaria" que tendrá como objetivo la derogación de las políticas emprendidas por el PP.

Sánchez no ha rehuido la cuestión territorial para dejar clara la postura del PSOE: "No vamos a apoyar el referéndum de Cataluña". En este sentido, ha reivindicado el "catalanismo desdeñado por el independentismo" y que ha permitido, "de la mano de la democracia", el avance y desarrollo de Cataluña. "España es una nación de naciones con una única soberanía, la de todos los españoles, y con un único Estado", ha asegurado, antes de recordar "esa vieja idea pero tan acertada y actual" de Gregorio Peces Barba de que "España es una nación de naciones con una única soberanía que reside en el conjunto del pueblo español".

Para reconocer ese carácter plurinacional del país, Sánchez aboga por reformar la Constitución, realizar los "ajustes" que necesita 40 años después de su aprobación y actualizarla no sólo en materia territorial. "Tenemos un estado resistente que no se ha resentido en 40 años de autogobierno de las comunidades autónomas porque se trata de identidades que suman, no que se excluyen", ha explicado.

"El nuevo PSOE se abre paso, pero es el de siempre, el que nunca tuvo miedo al cambio, el que siempre lideró el cambio. Lo vamos a hacer una tercera vez". Con estas palabras ha iniciado Pedro Sánchez su discurso de clausura del congreso federal de su entronización. Lo ha hecho con un llamamiento directo a los participantes del 15-M y poniendo "rumbo a la Moncloa". "Aquí está la izquierda de gobierno y España nos necesita", ha asegurado.

El secretario general se ha dado un baño de masas. Ha convocado a 8.500 militantes acreditados de toda España para la presentación de su nueva Ejecutiva. Se trata de 21 fieles con un equipo de 28 dirigentes más para dar un nuevo rumbo al PSOE: "Somos la izquierda", reza el lema del 39 Congreso Federal que se clausura este domingo con un mitin del líder.

Los 49 nuevos miembros de la Ejecutiva Federal han subido al escenario al ritmo de Guns and Roses y han recibido el aplauso de la militancia, que sustituye el protagonismo tradicional de los ex secretarios generales y referentes del PSOE como Felipe González, Alfredo Pérez Rubalcaba, o José Luis Rodríguez Zapatero, que no han acudido. Tampoco lo ha hecho Susana Díaz, que ha alegado un viaje a París para acudir el lunes a una feria aeronáutica para justificar su ausencia.

José Luis Ábalos, Adriana Lastra, Óscar Puente, Patxi López, Odón Elorza, Núria Parlón y Susana Sumelzo han sido los más aplaudidos junto a la nueva presidenta del partido, Cristina Narbona.