El incendio en el centro de Portugal ha dejado cicatrices visibles desde a millones de kilómetros. La Agencia Espacial Europea ha capturado la imagen de la zona afectada, en la que se aprecia los rastros oscuros que han dejado las llamas y las columnas de humo, además de los focos activos que aún persisten en el municipio de Pedrógão Grande, en la localidad portuguesa de Leiria. La fotografía fue tomada el martes, cuatro días después de que declarara el incendio que ya ha acabado con la vida de al menos 62 personas.

En el centro de la imagen puede observarse el río Zêzere. En la parte superior del cauce se dejan ver aún las llamas, y la zona situada entre los dos rastros del incendio corresponde a Nodeirinho, el pueblo más afectado por el incendio, que se ha cebado con un tercio de su población. Los bomberos sospechan que el incendio que desde la semana pasada arrasa la zona de Pedrógão Grande se debe a una “mano criminal”, a pesar de que los primeros informes, avalados por el Gobierno de António Costa, han atribuido el origen de las llamas a la caída de un rayo.

El minisatélite de la Agencia Espacial Europea autor de la imagen es el Proba-V, y cuenta con un campo de visión de 2.250 kilómetros y una alta precisión. En la imagen del terreno quemado, la captura es de una superficie de 300 metros. El satélite forma parte del programa europeo Copérnico que pone a disposición de las autoridades las imágenes y datos necesarios. Proba-V toma imágenes automáticamente cada dos días y cada diez compone una imagen global de la que extraer información. Lanzado el 7 de mayo de 2013, el minisatélite continúa suministrando información para distintas funciones, como la evaluación del impacto climático, la gestión de los recursos hídricos y el monitoreo de los cultivos.