La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha afirmado este lunes día 10 de julio que el Ayuntamiento facilitará el desarrollo del referéndum que el Govern quiere celebrar el 1 de octubre, "sea lo que sea, una movilización o un referéndum", aunque ha dudado de que si finalmente se produce la votación "sea un referéndum efectivo".

"No hay convocatoria. No sabemos ni siquiera si habrá urnas o no. Pero mi predisposición a participar es clarísima", ha dicho la alcaldesa al ser preguntada sobre si ella acudiría a votar el 1-O. La dirigente de Barcelona en Comú y Catalunya en Comú ha afirmado que estos partidos son "espacios soberanistas que consideran que es necesario un referéndum efectivo para decidir la relación de Cataluña con el Estado".

"Hay dudas razonables, que han expresado incluso miembros del propio gobierno catalán, de que la propuesta del Govern para el 1-O sea un referéndum efectivo", ha añadido la alcaldesa, que ha hecho estas declaraciones tras presentar el Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona.

Domenech cuestiona el futuro de la consulta

La presión "por tierra, mar y aire" del independentismo sobre los Comunes, el partido creado en torno a Ada Colau y los antiguos ecosocialistas catalanes, ha empezado a surtir efecto y no en el sentido esperado por el mundo soberanista. Los comunes han empezado a revolverse tras 48 horas de andanadas en las redes sociales y el primero en mostrarlo ha sido el portavoz del nuevo partido en el congreso, Xavier Domenech, quien ha cuestionado en la emisora del Grupo Godó, RAC1, la constitucionalidad de la Ley del Referéndum en Cataluña y ha exigido al Govern de Carles Puigdemont más acción y menos declaraciones.

Domenech ha apuntado que el ejecutivo catalán no ha aclarado qué hará cuando el Tribunal Constitucional (TC) probablemente suspenda la Ley del Referéndum y ha reclamado al Govern que pase de la "fase declarativa" actual a una de más concreción. El dirigente de CatComú ha apuntado además a las contradicciones en el terreno soberanista para justificar la ambigüedad adoptada por su partido, que el sábado decidió en asamblea interpretar la convocatoria del 1-O como un acto de movilización contra el Gobierno de Mariano Rajoy pero sin llamar a la participación, porque "no es el referéndum que Cataluña necesita".

En respuesta a las numerosas voces soberanistas que este fin de semana han acusado al partido de Colau de ponerse "al lado del PP" Domenech ha responsabilizado al partido y al Gobierno de bloquear la situación, ante un "clamor mayoritario" de la sociedad catalana que quiere en un 80% decidir su futuro, aunque ha dicho que desconoce si quiere hacerlo con la actual concreción, y ha añadido que cree que la pluralidad de su partido refleja la pluralidad social.

Tras la decisión de los comunes, uno de los vídeos que se ha convertido en viral en Cataluña en diversas redes ha sido el de la alcaldesa Colau asegurando en su papel de activista que estaba a favor del derecho a decidir. Un vídeo que han reproducido numerosos nacionalistas.

https://twitter.com/arytzam/status/884161662881759232

Desde una postura mucho más conciliadora con el soberanismo, el líder de EUiA -IU en Cataluña- Joan Josep Nuet Nuet ha negado que los Comunes sean ambiguos con el 1 de octubre, y ha afirmado que son "una fotografía de la Catalunya real", donde conviven personas que quieren votar y las que no. Nuet ha asegurado que irá a votar el 1-O como una expresión de voluntad política, aunque ha negado validez jurídica a la consulta y ha asegurado respetar a quienes no irán a votar porque no se sienten indentificados con la convocatoria de Puigdemont.

Críticas a Moncloa

"Si somos ambiguos como nuestro pueblo, bienvenida esta ambigüedad", ha zanjado, defendiendo que la posición del partido no es la misma que la del PP, que rechaza de plano el 1-O. Ha criticado al Gobierno central por "hacer oídos sordos" ante la demanda catalana de votar, y ha vaticinado que el 1-O es imparable aunque el Estado trate de poner trabas.

La portavoz de CatComú, Elisenda Alamany, reconocida independentista, ha asegurado también que votará en el referéndum del 1 de octubre aunque "no será la solución definitiva, y al día siguiente habrá que seguir trabajando". También el líder de Podem, Albano Dante Fachín, ha asegurado que "si finalmente hay urnas" el 1-O él irá a votar no y se ha mostrado convencido de que también participarán Ada Colau, Xavier Domenech o Gerardo Pisarello.

Pero estos intentos conciliadores no ha satisfecho a los independentistas, que este lunes han mantenido su presión sobre el espacio que lidera Colau, en el que ven los apoyos necesarios para romper la  mínima ventaja que los no independentistas conservan según las últimas elecciones autonómicas, en las que JxS y la CUP sumaron el 47% de los votos pese a obtener la mayoría absoluta del Parlament. La presidenta de la AMI, Neus Munté, ha asegurado sentirse "muy decepcionada" por la postura del partido de Ada Colau y ha insistido en alinearlos con el PP de Mariano Rajoy en este terreno.