El presidente del Gobierno ha mantenido este mediodía el tradicional despacho veraniego con el rey Felipe VI. Si el año pasado tuvo lugar en Zarzuela, en esta ocasión ha vuelto a celebrarse -como viene siendo habitual- en el Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca. El encuentro ha durado más de una hora y en él se ha puesto sobre la mesa el asunto catalán, a menos de dos meses del referéndum independentista catalán, que está anunciado para el 1 de octubre.

El líder del Ejecutivo se ha mostrado contundente respecto a su celebración, y lo ha calificado como "una nueva patada al sistema democrático", además de calificarla como una acción "perversa que va contra el propio espíritu de la Unión Europea". "Muy difícil va a ser decirle a los ciudadanos que cumplan la ley cuando los ciudadanos de una comunidad autónoma se saltan la ley. No va a haber referéndum el 1 de octubre porque España es un Estado de Derecho y la Ley la tenemos que cumplir todos, y primero los gobernantes", ha puntualizado en una comparecencia posterior al almuerzo.

Rajoy ha asegurado que el Gobierno está "contento y satisfecho" con la paralización de la reforma exprés del Reglamento del Parlamento Catalán que pretendía allanar el camino hacia el 1-O. Esto se produce después de que el Tribunal Constitucional haya admitido a trámite el recurso presentado por el Gobierno. Mariano Rajoy ya ha advertido de que si la Mesa del Parlamento catalán da luz verde a la proposición de ley de referéndum registrada por Junt pel Sí y la CUP, el Ejecutivo lo recurrirá inmediatamente porque es "completamente ilegal y una nueva patada al sistema democrático".

Mariano Rajoy opta por "no hacer nada" antes del 1-O pero abre la puerta a mover ficha después

Rajoy ha señalado la prioridad de alcanzar un acuerdo con PSOE y Ciudadanos sobre este asunto. "Todos estamos a favor de la unidad de España y de la soberanía nacional. En estos temas debemos ir juntos", ha apuntado, antes de señalar que es "inexcusable que haya un acuerdo entre las principales fuerzas". El presidente del Gobierno ha asegurado que "antes del 1 de octubre no soy partidario de hacer nada", pero ha abierto la puerta a mover ficha después de esta fecha clave. "Después del 1 de octubre será un escenario distinto"; ha detallado, mandando un mensaje a la comunidad internacional. "De lo que se trata es que España dé un mensaje al mundo de que se cumple la ley".

Sobre asuntos económicos, Rajoy ha apuntado que los datos del empleo han salido en su conversación con el monarca, y el ha reiterado que "estamos caminando por el camino correcto" y que debe "continuar la política económica". Rajoy ha puesto como meta los 20 millones de españoles ocupados, una cifra que prevé conseguir para 2020 pero que, ha deseado, "quizá se consiga para 2019".

Mariano Rajoy ha llegado a las dependencias reales pasadas las tres de la tarde. La cita estaba prevista para las 12.30 horas, pero un ataque de lumbago del presidente del Gobierno le impidió tomar el avión de Vigo a Palma de Mallorca, y sólo viajó una vez tratado médicamente. Rajoy llegó al Palacio de Miravent sonriente, sin dar muestra alguna del achaque. "La culpa es mía pero no fue mi voluntad y espero que ustedes lo entiendan", se excusó el presidente antes de su comparecencia posterior. "Estoy en forma ya", bromeó poco después, tras ser preguntado sobre su estado.