El presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez,  ha llamado a responder a la participación de las autoridades del Estado con miles de banderas independentistas con crespones negros al grito de No Tinc Por (No tenemos miedo), que es lema de la manifestación. Es la reacción a la presencia de Felipe VI en la marcha que mañana arrancará a las 18.00 horas, confirmada anoche por la casa Real.

No será la única muestra de rechazo a la participación del Jefe del Estado y el presidente del Gobierno en la marcha unitaria convocada por la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. Un grupo de entidades lideradas por Ómnium Cultural prepara además un manifiesto sobre la convocatoria en el que, junto al recuerdo a las víctimas, denunciarán la "hipocresía" del Gobierno y la Monarquía que en su opinión "promueven guerras" y "alimentan conflictos armados" con la venta de armas a Arabia Saudí.

El texto, al que pretenden sumar a las ONG catalanas que participen en la manifetación, acusa también al Gobierno de practicar "políticas represivas antiterroristas" que "fomentan la espiral de violencia".

Aunque algunas voces han empezado a recordar que también a la Generalitat de Carles Puigdemont se esfuerza por mantener relaciones comerciales con las monarquías del Golfo. ACCIO10, la agencia de apoyo a la internacionalización de empresas de la Generalitat, dispone desde 1991 de una oficina en Dubai, destinada a apoyar a las empresas catalanas que quieren establecer lazos comerciales con Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Qatar, Líbano, Kuwait, Omán y Bahrein.

Colau: "no cambia nada"

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha señalado por su parte que la asistencia de Felipe VI a la manifestación "no cambia nada" y ha argumentado que "seguirá siendo una manifestación de la gente". Ese ha sido el mensaje central de Colau en una comparecencia dedicada a pedir la máxima participación en esta marcha, con la que la ciudad quiere cerrar "una semana de duelo".

"La ciudadanía ha marcado el camino" ha insistido la alcaldesa, "por eso llamamos a participar en una manifestación que tiene que ser de la ciudadanía, liderada por las personas que han estado atendiendo desde el minuto cero a las víctimas: servicios de emergencias, policías, vecinos, comerciantes, taxistas". Ellos serán quienes encabecen la marcha, con representación de todos los cuerpos policiales, ha señalado.

La primera manifestación como Rey

Será la primera ocasión en la que el Rey participa en una manifestación en la historia de la democracia, si bien don Felipe, como príncipe, encabezó la que hubo en Madrid en marzo de 2004 tras los atentados del 11M. La marcha del sábado, convocada por el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, discurrirá hasta la plaza de Catalunya bajo el lema "No tinc for (No tengo miedo)" en apoyo a las víctimas de los dos ataques yihadistas de la pasada semana, que han dejado 15 muertos y más de 120 heridos.

Casa Real ha confirmado la presencia de Felipe VI horas después de que Moncloa haya informado también de la participación del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y de otros miembros del Ejecutivo en el acto del sábado.

La manifestación, que se prevé multitudinaria, contará además con la asistencia del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y de la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, así como de representantes de todos los partidos catalanes, entre ellos, la CUP. La formación anticapitalista se planteó en un inicio no acudir a la marcha si lo hacía el Rey y Rajoy, al verles como "culpables indirectos" de los atentados por su relación de amistad con monarquías del Golfo Pérsico que "son las que están financiando" el terrorismo". Tras comunicarse que la marcha no estaría encabezada por cargos públicos y políticos, sino por miembros de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana, de servicios de emergencia y comerciantes, la CUP confirmó su presencia.

Felipe VI presidió el pasado viernes, junto con Rajoy y Puigdemont, la concentración en repulsa a los atentados.

Al día siguiente, junto con la reina Letizia, don Felipe visitó a algunos de los heridos ingresados en los hospitales barceloneses del Mar y de Sant Pau, y el domingo, estuvieron en la misa oficiada en la Sagrada Familia junto a otras autoridades. Al término de su estancia en Barcelona, los Reyes expresaron su solidaridad con las víctimas y con el pueblo catalán.

Felipe de Borbón ya asistió en marzo de 2004, cuando era príncipe, a la manifestación que tuvo lugar en Madrid tras los atentados del 11M.

Fue la primera vez en la que miembros de la Familia Real asistían a una marcha de cualquier tipo, puesto que durante los cerca de 40 años de reinado, Juan Carlos I no participó en ninguna.

En la de 2004, don Felipe la presidió acompañado de sus hermanas, las infantas Elena y Cristina.

Zarzuela justificó aquella decisión en el deseo de mostrar la voluntad de la Corona de estar junto a los ciudadanos en todos los ámbitos tras la tragedia que representó los atentados de Madrid.