El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha reclamado este jueves al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que suprima "a la mayor brevedad posible" su proyecto de hacer una declaración unilateral de independencia, porque esa es "la mejor solución" y, además, "se evitarán males mayores".

"¿Tiene una solución? Sí, y la mejor es la pronta vuelta a la legalidad y la afirmación a la mayor brevedad posible de que no va a haber una declaración unilateral de independencia, porque con eso además se evitarán males mayores", ha dicho Rajoy en una entrevista con la Agencia Efe en el Palacio de la Moncloa. Una entrevista que se produce después de que Puigdemont insistiera anoche en que no va a renunciar a sus objetivos secesionistas, pese a reclamar también una mediación.

"La mejor solución, y creo que eso lo compartimos todos, es la vuelta a la legalidad, que es que todas aquellas personas y gobernantes que han decidido por su cuenta y riesgo liquidar la ley y situarse fuera de ella, vuelvan a la legalidad", ha dicho Rajoy.

La vuelta a la legalidad debe pasar también por "suprimir" el proyecto de la DUI

Para el presidente del Gobierno, esa vuelta a la legalidad debe pasar también por "suprimir" el proyecto de hacer una declaración unilateral de independencia y por cumplir, "como hacen todos los ciudadanos", los preceptos legales. "Eso es lo que puede evitar que se produzcan males mayores en el futuro y eso es lo que está pidiendo toda la sociedad, los editoriales de los medios, los empresarios, los sindicatos y millones de catalanes", ha considerado.

Ante la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución, ha considerado que hay distintas opiniones al respecto y, al plantearle si hay alternativa a esa medida, ha reiterado que sí la hay y que pasa por la vuelta a la legalidad de los dirigentes de la Generalitat. Rajoy se ha mostrado convencido de que se superará esta situación y ha recordado que España ha vivido a lo largo de su historia momentos "muy difíciles" y siempre ha sido capaz de salir adelante.

El president de la Generalitat lanzó anoche un último reto al Rey Felipe VI y al Gobierno antes de la declaración de independencia unilateral que pretende lanzar el lunes. En un ejercicio de bilateralidad, Carles Puigdemont se mostró dispuesto a aceptar una mediación sobre Cataluña que las instituciones del estado rechazan por considerar al Govern inhabilitado para negociar por haber incumplido la Constitución, el Estatut catalán y sus propias normas parlamentarias. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, respondió inmediatamente que está “fuera de la ley” y le ha pedido “respeto” a Cataluña, a España y a sus ciudadanos.

Puigdemont dejó “una puerta abierta al diálogo” en un discurso televisado de ocho minutos que no incluyó la palabra ‘independencia’. Para referirse a ese objetivo habló de “aspiraciones soberanistas” y hasta del “sueño” del pueblo catalán. Recordó las distintas ofertas de mediación existentes estos días para reprochar al Gobierno su negativa a negociar.

"Haré lo que crea que sea mejor"

El presidente del Gobierno ha garantizado que, al igual que hizo para evitar el rescate por parte de la UE, ante la situación en Cataluña hará "lo que crea que deba de hacer, lo que crea que sea mejor para España y en el momento que me parezca más oportuno". Rajoy se ha mostrado "absolutamente" convencido de que España puede volver a un escenario de normalidad, igual que ha superado situaciones muy difíciles en otros momentos.

Como ejemplo, ha recordado que cuando él llegó a la Presidencia del Gobierno, el país estaba al borde de la quiebra. "Todo el mundo decía que Europa iba a rescatar a España, que nos iban a colocar como a Grecia, vivíamos una situación de cinco años seguidos de crecimiento económico negativo; pero el pueblo español fue capaz de resolver esa situación", ha añadido.

El jefe del Gobierno ha recordado que en aquellos momentos mucha gente le decía lo que tenía que hacer y que debía pedir el rescate. "En aquel momento hice lo que creía que debía de hacer, y ahora, porque es mi obligación y porque para eso soy el presidente del Gobierno de España, haré lo que crea que deba de hacer, lo que crea que sea mejor para España y en el momento que me parezca más oportuno". Y ha proseguido: "Escucharé a todos, pero la decisión me corresponde a mí. Sé que no es fácil, pero también me correspondió en su día tomar otra que tampoco lo era".