Inés Arrimadas está decidida a dejar las negociaciones para la investidura en manos del independentismo, convencida de que las contradicciones entre Carles Puigdemont y ERC harán saltar por los aires la posibilidad de un gobierno soberanista y son su única vía para convertirse en presidenta de la Generalitat, ruptura del bloque independentista mediante. Pero esa estrategia tiene cada vez más contestación, y no sólo desde sus rivales políticos. La gran patronal catalana, Foment del Treball, se sumó ayer a las voces que reclaman a Arrimadas asumir la responsabilidad de formar gobierno.

El portavoz del partido en Cataluña, Carlos Carrizosa, defiende que "no vamos a regalar la presidencia, pero la aritmética gana, los independentistas tienen 70 diputados en el Parlament" y recuerda que si no pueden presentar candidatura a la investidura es por "la caída del PP" y el escaso rédito socialista, que sólo ha crecido en un diputado en las elecciones autonómicas.

"Tengamos paciencia, hay que ver quién coge el acta de diputado" añade el portavoz naranja para destacar las dificultades del independentismo, "no hemos renunciado, estamos viendo" cuales son los movimientos del bloque mayoritario, añade. Lo que sí han abierto son los contactos para definir la Mesa del Parlament. Un órgano en el que C's contará con dos representantes, al igual que ERC y JxCat, y uno del PSC, si se respetan los resultados electorales.  Los Comunes quedarán fuera del gobierno del Parlament, junto a PP y la CUP.

Foment presiona a C's

La petición de calma de C's no convence, sin embargo, al empresariado catalán. El presidente de Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà, ha puesto voz a esa reclamación en la reunión de la asamblea de Foment que debía valorar el resultado de las elecciones. Una asamblea que llegó a la misma conclusión que PP y PSC: C's ha concentrado el voto útil para plantar cara al independentismo y ahora debe hacer uso de ese voto para liderar la formación de gobierno.

En el ánimo de los empresarios, la constatación de que sigue la fuga de empresas tras la victoria del independentismo y la urgencia por un retorno a la normalidad que de tranquilidad y seguridad jurídica a los sectores económicos. Un análisis que ayer mismo ratificaba el Banco de España, al confirmar que Cataluña es la comunidad que menos crece en el cuarto trimestre fruto de la inestabilidad política.

"Cs se ha presentado para ganar. Cuando uno es ganador, es motor y líder", señaló Gay de Montellà. "Pedimos a los que se han presentado y han obtenido los mejores resultados la garantía, la responsabilidad y el 'seny' de formar Govern. Por esto se presentan los partidos, para ganar y gobernar", ha aseverado, y ha insistido en que la lista más votada tiene mayor responsabilidad porque es la que más confianza ha obtenido de los ciudadanos.

Montellà no quiso cuestionar la posibilidad de un gobierno independentista, argumentando que debe aceptarse la decisión de la ciudadanía expresada en las urnas, pero insistió en la necesidad de recuperar un marco de seguridad jurídica para frenar la "huida empresarial". "A los empresarios nos va fatal la inseguridad jurídica" concluyó para dejar claro a las fuerzas independentistas que la vía unilateral no puede ser una opción "Creo que es evidente lo que hemos sufrido todos por no valorar de forma precisa las consecuencias de los posicionamientos. Queremos legalidad, porque los procesos que queden fuera de ella pueden volver a provocar la situación actual".

El empresariado, en resumidas cuentas, no comparte los tiempos políticos de C's, a los que también critican populares y socialistas. Desde el PP catalán, el gran damnificado de la victoria naranja, exigen a C's que abra ya las negociaciones y haga valer su condición de fuerza más votada, aunque la situación de crisis interna del partido, con una dirección regional en KO técnico, hace difícil que las presiones vayan más allá de las declaraciones de dirigentes nacionales.