El ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero quiso negociar con los terroristas de ETA el fin de su actividad cuando gobernaba y para ello ofreció al entonces líder de la oposición y actual presidente, Mariano Rajoy, estar al tanto de la evolución de las conversaciones e incluso participar en el proceso de negociación. Según la Cadena Ser, el gobierno socialista y PP mantuvieron conversaciones secretas sobre la disolución de la banda terrorista.

Según informa la emisora, Rajoy aceptó estar al tanto del proceso con ETA y la izquierda abertzale, pero se negó a participar en él pese al ofrecimiento el Ejecutivo de Zapatero. Tras este acuerdo, los dos líderes comenzaron la vía de diálogo sobre este asunto, aunque posteriormente delegaron en sendos portavoces.

En estas conversaciones, las posturas de ambos grupos coincidieron en algunos puntos como la no legalización de Batasuna sin que condenara la violencia y aceptara la Ley de partidos. Además, según las actas de Moncloa a las que ha tenido acceso la Ser, el Gobierno negó cualquier pacto secreto con ETA y prometió al PP que no aceptaría negociar con los terroristas ni el futuro de Navarra ni el derecho de autodeterminación del País Vasco.

Los populares, por su parte, contestaron con un "habla con quien tengas que hablar y haz lo que tengas que hacer" porque Génova "no se hacía responsable de nada". Rajoy temía entonces que salieran a la luz las conversaciones y diera a su electorado una imagen de negociación con los terroristas. Por ello los encuentros entre los portavoces de ambos partidos se produjeron en hoteles de Madrid, en los que el PSOE pedía opinión a los populares, así como aportaciones.

También acordaron pactar las reacciones, aunque esto no se llegó a producir, y Zapatero se comprometió a que no hubiera legalización de Batasuna sin hablar antes con el PP, y le mantuvo informado sobre todo lo relacionado con el atentado de la T4 de Madrid, así como de la huida de De Juana Chaos.