"Nosotros seguimos y no nos rendiremos, no hemos venido a rendirnos, no es nuestro punto de partida para la negociación. Hemos venido a defender lo que creemos mejor". Quim Torra ha recriminado a la oposición catalana que le exijan renunciar a la independencia para sentar las bases del diálogo anunciado con el nuevo Gobierno.

Torra ha aprovechado la comparecencia en el Parlament de presentación su nuevo gobierno -un ejecutivo de estructura continuista respecto al de Carles Puigdemont- para volver a insistir a Pedro Sánchez que asuma con urgencia el diálogo sobre la crisis catalana.

Pero lo ha hecho defendiendo la actuación de Puigdemont el 1 y el 27 de octubre, que considera avaladas por el 21D. "Nosotros no hemos salido nunca de camino democrático y pacifico" y "el Estado español no puede decir lo mismo" ha asegurado, acusando al Estado de haberlo hecho con la actuación del 1-O, la aplicación del 155 y las actuaciones de la justicia.

"El diálogo con el Gobierno exige respeto a la legalidad y a la separación de poderes" le ha respondido el socialista Miquel Iceta, quien ha reclamado a Torra que "no exija a un poder del estado lo que le corresponde a otros" en referencia a las apelaciones constantes a la "liberación" de los políticos y líderes en prisión preventiva por su participación en el 1-O.

Iceta ha resuelto además las dudas de Torra sobre qué Sánchez se encontrará en La Moncloa. "Pedro Sánchez presidente del Gobierno defenderá la integridad territorial y la vigencia de la Constitucion en todo el territorio".

Están aquí para repetir los mismos errores" lamenta Arrimadas tras la intervención de Torra

Las afirmaciones de Torra han tenido también puntual respuesta en la líder de la oposición, Ines Arrimadas, quien ha acusado a Torra de "estar aquí para repetir los mismos errores" del gobierno de Carles Puigdemont, con consejeros que comparten sus ideas sobre los españoles -ha citado a Pere Aragonés asegurando que "España nos roba"- o el catalán -refiriéndose al apoyo de Laura Borràs al Manifiesto Koiné-.

La batalla de los lazos

Torra y Arrimadas se han enzarzado en una batalla dialéctica por los lazos amarillos en la que la líder naranja ha advertido al president que no puede aceptar la ronda de contactos anunciada por Torra con la pancarta del lazo amarillo colgada en la fachada de la Generalitat.

Una advertencia que ha servido a Torra para defender el lazo amarillo como una demostración de "humanidad" y ha invitado a la líder de C's a visitar con él a Carme Forcadell y Dolors Bassa en la prisión de Alcalá Meco, invitación que ha rechazado. "Apelemos a la justicia, no a la revancha" ha reclamado Torra.

Por otro lado, Torra se ha defendido también de las criticas de quienes, especialmente desde la CUP, le acusan de claudicar por buscar el diálogo con el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. "No pretendemos negociar con alguien que está vencido, con quien hay que negociar es con quien está más lejos de nuestras convicciones" ha advertido, "no hemos venido a escondernos".

Un argumento que no ha convencido a la CUP, cuya portavoz, Natalia Sánchez, ha reclamado a Torra que "no nos engañen". "No han restituido las instituciones y las finanzas de la Generalitat siguen intervenidas" ha advertido, "son un gobierno autonomista y neoliberal".

Siete meses de 155

Torra ha abierto su intervención con un repaso de los siete meses de aplicación del 155, que "han frenado la actividad por la falta de impulso político de grandes medidas" y ha insistido en que mantendrán la denuncia de la "excepcionalidad" de la situación con gestos como el reciente traspaso de carteras "en prisión y el exilio".

Con este objetivo, ha insistido en la creación de un comisionado sobre despliegue del autogobierno cuya primera actuación será evaluar el 155 y desplegar autogobierno de Cataluña. Torra ha anunciado además la creación de una Oficina de Derechos Civiles y Políticos en coordinación con el Sindic de Greuges para defender derechos como la libertad de expresión, de reunión y manifestación.