El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, considera que hay que estudiar la propuesta europea de crear centros de migrantes fuera de la UE porque hay que explorar soluciones para evitar "que la gente se eche al mar".

En una entrevista en la Cadena Ser, ha argumentado que hay que estudiar quién se encargaría de esos centros, quién los financia y con qué garantías. De hecho, ha recordado que algo similar existe ya en Turquía, por el acuerdo con la UE, y con Libia, en virtud de un acuerdo del anterior gobierno italiano con algunos grupos que controlan parte de ese "Estado fallido".

Ha argumentado que hay que estudiar quién se encargaría de esos centros, quién los financia y con qué garantías

"Se trata de discutir si esa solución, mejorada, depende de cómo se haga, puede contribuir a controlar unos flujos que van a ir en aumento, lo que no podemos hacer es no hacer nada", ha defendido. Y ha remarcado que el objetivo es "evitar que una avalancha de gente se eche al mar, poniendo en riesgo sus vidas" y para ello encontrar una solución para "retenerlos, no detenerlos".

Borrell también ha dejado claro que por "avalancha" no se refiere a situaciones como la del buque Aquarius, que "no es una avalancha, es un caso simbólico y, desde el punto de vista cuantitativo, insignificante", sino a los "flujos migratorios de gran intensidad" que puede haber entre África y la UE teniendo en cuenta las diferencias demográficas y de renta entre ambos continentes.

Eso, a su modo de ver, es lo que los gobiernos europeos tienen que estudiar cómo afrontar, pero sin "dramatizarlo", no crear "falsas alarmas" o "utilizarlo demagógicamente". Lo que no se puede hacer, ha recalcado, es "jugar a esconder la cabeza bajo el ala" y dejar la responsabilidad a los Estados fronterizos, sino "tomarlo como un problema común".

En ese sentido ha explicado la 'minicumbre' sobre migraciones convocada este domingo por el presidente de la Comisión Europea, Jean- Claude Juncker. Es más, ha defendido que esta convocatoria es "el resultado de la decisión" española de acoger el Aquaruis que, "ha producido, como se pretendía, una especie de electroshock que ha obligado a la UE a tomarse más en serio el problema de la inmigración".

Posible ausencia de Italia

Ante la posibilidad de que el Gobierno italiano no acuda a esa reunión, ha opinado que "sería raro" que se ausente de una cita donde se va a discutir este problema. En las reuniones, ha dicho, "no se impone nada", sino que se discuten los problemas y se toman o se proponen soluciones.

Borrell ha atribuido a "una cierta puesta en escena" que el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, haya llamado "charlatanes" al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y al presidente de la República francesa, Emmanuel Macron. Eso sí, cree que "no parece la manera más razonable" de tratarse entre responsables políticos y que ninguno de ellos "se merece esta clase de epítetos".