El sumario sobre la investigación de los atentados de Barcelona y Cambrils del pasado 17 de agosto confirma que el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, radicalizador de la célula de Alcanar que perpetró los ataques, era un conocido de las fuerzas de seguridad. Agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de la Guardia Civil se reunieron con Es Satty en cuatro ocasiones entre los años 2012 y 2014, cuando el imán cumplía condena en la prisión de Castellón por un delito de tráfico de drogas.

Los contactos, que ya habían sido admitidos por el CNI en 2017 sin revelar detalles, quedan confirmados en un informe aportado a la causa por Instituciones Penitenciarias, que admite cuatro visitas policiales a Es Satty entre abril de 2012 y marzo de 2014, tal y como informa este martes El País. Es Satty recibió más visitas policiales durante su estancia en prisión que de su mujer, a la que no veía desde el año 2011. Pese a estar preso por tratar de introducir en España 121 kilos de hachís, el que después fue cerebro de la célula de Alcanar ya había sido investigado previamente, en el año 2006, en el marco de la operación antiterrorista Chacal.

El CNI aseguró en su momento que los contactos con Es Satty formaban parte de la rutina de prevención yihadista, aunque de las cuatro reuniones con Es Satty durante su paso por la prisión de Castellón, sólo el último, en 2014, corresponde a los servicios de inteligencia. Fue una visita efectuada por dos agentes del cuerpo, identificados con un número de cuatro dígitos. Las tres anteriores se habían realizado en 2012, en un breve espacio de tiempo, y habían sido realizadas por una pareja de la Guardia Civil.

En el informe aportado a la causa también se detallan las relaciones que desarrolló en la cárcel Es Satty, fallecido en la explosión del chalet del Alcanar que precipitó la comisión de los atentados del 17 de agosto pasado. Entre ellos se encontraba Rachid Aglif, alias El Conejo, uno de los presos del 11-M que sigue cumpliendo condena en España. Es Satty también compartió celda con Bennacer Ameskour, cuyas huellas se encontraron en un diccionario árabe-español en Alcanar.