Es evidente que el actual gobierno de Catalunya, liderado por Torra, pretende celebrar una Diada sólo para los suyos, los procesistas, los de su cuerda. Rompe así con la tradición histórica de una Diada plural, festiva y reivindicativa.

Por primera vez desde que el Parlament  la coorganiza, los actos de la Diada no son ni siquiera presentados previamente en la Mesa del Parlament. No interesaba. No querían escuchar lo que igualmente les dijimos después de la rueda de prensa de presentación. Ésta es la Diada de la fractura en la que no puede participar toda la ciudadanía de Catalunya. Sólo son bienvenidos los secesionistas. Es claramente un día de reivindicación independentista. Es un error que el Gobierno de Catalunya se enteste en estrechar las bases del catalanismo democrático. Es un error que el Gobierno catalán ahonde en la fractura de la sociedad catalana. Es una lástima que desprecien a la mitad del país. No es una Diada de todos, es la suya, es la semi-diada.

Es cómico ver a miembros del Gobierno catalán reivindicando el diálogo y el consenso pero practicando día sí y día también el portazo, el desprecio, el desacuerdo y el conflicto

En un momento en que Catalunya necesita más consenso que nunca entre todas sus fuerzas políticas, entre todas sus instituciones, en el que el diálogo sincero es imprescindible, es en este momento cuando tenemos el ejecutivo más débil que nunca, incapaz de afrontar estos retos.

Es cómico ver a miembros del Gobierno catalán reivindicando el diálogo y el consenso como forma de avanzar en los problemas pero practicando día sí y día también todo lo contrario: el portazo, el desprecio, el desacuerdo y el conflicto. Ya no engañan a nadie, no les interesa el acuerdo. Necesitan el conflicto.

Es una evidencia que en los últimos años una parte de la sociedad se ha ido desenganchando de la Diada. El Gobierno catalán de Quim Torra, no sólo no ha hecho nada por recuperarlos, sino que profundiza en esa desafección. Es tremendo. Una lástima.

En estos últimos años, algún amigo me ha argumentado que no vale la pena ir a los actos de la Diada ni a la ofrenda floral: “Sólo sirve para que te insulten y te desprecien”. Siempre he mantenido que la Diada es una fiesta plural y me niego a que la hagan suya unos cuantos hiperventilados que se dedican a insultar y a lanzar huevos. Pero las últimas acciones del gobierno de Quim Torra me obligan a reflexionar sobre las palabras de mi amigo, sobre si el 11 de septiembre es una semi-diada.

* David Pérez es secretario segundo de la Mesa del Parlament