El pleno del Ayuntamiento de Mollet (Barcelona) aprobó este lunes una moción que reprueba la actuación de Felipe VI y reclama la abolición de la Monarquía. Lo hizo a propuesta de Esquerra, pero la novedad en esta ocasión es que la moción salió adelante gracias a la abstención de los socialistas, que gobiernan el municipio en minoría. La votación se produjo dos días después de que el Gobierno de Pedro Sánchez anunciara la decisión de llevar ante el tribunal Constitucional una resolución similar aprobada por el Parlament, pese a la oposición del Consejo de Estado.

La moción de ERC contó con el apoyo de CiU y Canviem Mollet y la oposición de los regidores de C's y el PP. Los socialistas no han explicado una abstención que para el portavoz de Ciudadanos en el consistorio, Francisco Muñoz, muestra que “una vez más el PSC tiene una posición ambigua y en vez de condenar este tipo de reprobaciones se ponen de perfil y son la muleta de separatistas y populistas“.

Los republicanos han recordado que en el pleno de julio de 2016 la localidad se declaró municipio republicano y ya señaló a Felipe VI como "persona non grata", por lo que ha reivindicado su condena al monarca por la intervención que hizo el 3 de octubre, a la vez que han considerado que la monarquía es caduca y antidemocrática.

Los partidos independentistas han anunciado su intención de trasladar a todos los ayuntamientos catalanes mociones de reprobación al Rey similares a la aprobada por el Parlament, que en opinión de la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, el ejecutivo debía recurrir "por sentido de estado". La moción propuesta por CatEC-Podem en el Parlament supone "un nuevo intento, como otros anteriores, para iniciar un proceso  unilateral que desemboque en la proclamación de una hipotética República", por lo que el Gobierno entiende que debe frenarlo por la vía jurídica.

La reprobación de Mollet llega además días después de que el Ayuntamiento de Barcelona aprobara una reprobación similar a propuesta de la CUP, que contó con el respaldo de los Comunes, ERC y CIU. En Barcelona, los cuatro regidores del PSC sí se opusieron a la propuesta de los antisistema, aprobada como una declaración institucional, que provocó la salida del salón de plenos de los representantes de C's.