El Parlamento catalán ha constituido hoy la ponencia de reforma del reglamento de la cámara. Unos trabajos instados por JxCat para recuperar el proyecto de la investidura a distancia, pese a que sus socios de Esquerra y la CUP se resisten a ese objetivo, y el resto de los grupos de la cámara han advertido directamente que no participarán en unos trabajos que tengan ese objeto. Cuando ni siquiera Carles Puigdemont comparte ya la pretensión de la investidura -a tenor de su reciente oferta de concurrir a las elecciones europeas como número dos de Oriol Junqueras- los junteros han recuperado una apuesta cuya única finalidad parece ser presionar a Esquerra en un momento en que el independentismo define espacios electorales de cara, en teoría, a las municipales de primavera.

JxCat no se ha referido directamente a la investidura a distancia en la sesión de constitucion de la ponencia, apenas unos minutos y una ronda de intervenciones para que todos los grupos expusieran sus puntos de partida. Pero sí lo han hecho todos los grupos de la oposición, persuadidos por lo avanzado en los medios de que esa es precisamente la intención de la coalición de Puigdemont. JxCat ya intentó emprender una reforma reglamentaria en este sentido al principios de año para investir a Puigdemont, pero el dictamen en el que Tribunal Constitucional advirtió contra esa posibilidad convenció al presidente de la cámara, Roger Torrent, de no seguir por ese camino, lo que le llevó a suspender la investidura prevista para el 30 de enero apenas dos horas antes del inicio del pleno.

JxCat agita el espantajo de la investidura a distancia porque les da réditos electorales y consiguen presionar" a sus rivales, asegura Carrizosa

El portavoz de C's, Carlos Carrizosa, ha asegurado que el objetivo no declarado de investir a Puigdemont a distancia es en realidad "un debate con fuegos de artificio porque Puigdemont está suspendido y fugado de la justicia. Por mucho que se reforme el reglamento del Parlament no va a poder ser investido a distancia". Y ha recordado que tanto los letrados del Parlament como el Consejo de Garantías Estatutarias y el propio Tribunal Constitucional se han posicionado en contra de esta posibilidad.

Por ello, el dirigente naranja ha concluido que JxCat "agita el espantajo" de la investidura a distancia porque "les da réditos electorales y consiguen presionar a miembros de la Mesa para que cometan ilegalidades flagrantes". Una actitud que ha definido como "el juego político entre independentistas de ataque de fuego amigo".

Ni suspendido ni fugado

"Puigdemont no está suspendido ni fugado" ha asegurado Albert Batet ante las advertencias de los partidos constitucionalistas. El portavoz de JxCat ha argumentado que "el 155 ha entrado en el Parlament, que ha actuado esposado este último año" y ha defendido que "lo que es de sentido común es que los diputados ejerzan sus funciones desde el escaño, pero si no se puede hacer  porque están en la cárcel o exiliados, que se puedan garantizar sus derechos, que son los de los ciudadanos que les votaron".

Desde JxCat entienden que los derechos políticos de los procesados por el 1-O fueron vulnerados cuando no se pudo investir a Puigdemont -porque estaba fugado en Bruselas- a Jordi Sánchez -porque el juez Pablo Llarena denegó el permiso para que acudiera al pleno de investidura- y a Jordi Turull -que perdió la primera votación por la falta de apoyo de la CUP y fue encarcelado antes de llegar a la segunda sesión del pleno de investidura por orden del juez Llarena-, y en eso se basan para reclamara la investidura a distancia.

Un discurso que ya habían rechazado preventivamente -Batet ha intervenido en último lugar- Carrizosa (C's), Ferran Pedret (PSC), Marta Ribas (CatEC), Santi Rodríguez (PP) e incluso Maria Sirvent, de la CUP. Ribas ha sido la más clara, al advertir a JxCat que no comparten la propuesta de reformar el reglamento para incorporar la posibilidad de la investidura a distancia "por criterios jurídicos, pero sobre todo por sentido común, no se puede ser presidente de la Generalitat a distancia. No tiene sentido investir presidentes telemáticos o telepáticos".

En términos similares a la portavoz de los comunes, Santi Rodríguez ha dejado claro que "no estamos dispuestos a una reforma del reglamento para satisfacer intereses partidistas de nadie, ni a una reforma ad personam". "Las leyes no se hacen para casos personales" ha añadido, "la reforma del reglamento tampoco se puede plantear desde ese punto de vista".

ERC obvia la investidura a distancia

Ni siquiera el portavoz de ERC, Gerard Gómez del Moral, ha apoyado la opción de la investidura a distancia. El republicano se ha referido a seis ejes de necesaria reforma del reglamento, entre los que ha destacado la necesidad de trasladar al reglamento la ley de paridad catalana, la modernización y actualización de métodos de trabajo, la racionalización económica y la participación ciudadana. Pero ninguna referencia a la "protección de los derechos de los diputados", metáfora con la que los independentistas se refieren a las reformas para permitir la participación de los procesados y suspendidos por el Tribunal Supremo.

Tampoco la CUP parece convencida de las intenciones de JxCat, aunque por los motivos contrarios. Maria Sirvent ha advertido a los socios de Puigdemont que "no les acompañaremos en una reforma simbólica para que se acabe imponiendo la voluntad del Estado español".