El enfrentamiento, cruce de descalificaciones y llamadas al orden de la presidenta de la Cámara no es algo exclusivo del Congreso de los Diputados. El Parlamento Vasco ha vivido hoy una secuencia similar a la que ayer protagonizaron los diputados Gabriel Rufián y el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. En el caso del Parlamento de Vitoria esta mañana se debatía la tramitación de una ley para  contemplar la financiación del aprendizaje del euskera por parte de la administración. Sin embargo, lo que finalmente mayor eco ha tenido ha sido la acusación por parte de la izquierda abertzale al PP de emplear “términos fascistas” en la defensa de sus posiciones y la justificación de la presidenta del Parlamento rechazando que la expresión pudiera ser considerada un insulto.

En el turno de la portavoz de la izquierda abertzale, Rebeka Ubera, la representante de EH Bildu ha acusado a la parlamentaria popular, Juana Bengoetxea, de hacer “Casadismo lingüístico” al argumentar su posición contra la propuesta tildándola de “ilegal”, “liberticida” o “discriminatorio”. Ubera ha calificado los argumentos de “fascistas” y “ridículos” y ha acusado al PP de recurrir a ellos “sin base” con él único propósito de menospreciar el debate que sobre el euskera y su financiación se mantenía.

En su réplica, Bengoetxea ha recriminado a la representante de EH Bildu de haber dado el paso para hacer que la Cámara vasca “se convierta en lo que hemos visto que ha ocurrido en otras Cámaras en España”. La parlamentaria del PP le ha acusado de haber dado hoy el primer paso “diciendo que mis argumentos son fascistas”: “Yo nunca le diría eso a usted, esa es la diferencia entre ustedes y nosotros. Ya va detrás del señor Rufián. Yo nunca lo haré, es más, nuestro grupo cuando defiende una postura, intenta hacerlo de una forma que personalmente nadie se sienta herido. Pero usted ya empieza a señalar con el dedo de fascista, para lo cual pido el amparo de la presidenta”.

"Ya son adultos"

Ante la petición de amparo ha intervenido la presidenta de la Cámara vasca, Bakartxo Tejería, quien ha puntualizado que es necesario “diferenciar” lo que ha sucedido. Ha señalado que en realidad Ubera no había llamado fascista a Bengoetxea sino que le había acusado de emplear “argumentos fascistas, que es diferente”. A continuación Tejería ha apuntado que ese término “no es una palabra que me guste mucho, no que me guste que nadie la use”. Sin embargo no ha desautorizado su utilización en el debate parlamentario y se ha limitado a solicitar a los 75 parlamentarios de la Cámara vasca, “que ya son adultos”,  a que “utilicen palabras adecuadas, apropiadas, pero todos y todas porque será por el bien de la Cámara”.

El portavoz del PP ha cuestionado a viva voz, sin que la presidenta le diera la palabra, que las llamadas al orden que estaba haciendo Tejería al conjunto del Parlamento tuvieran efecto: “Hay miembros de la Mesa que tienen la responsabilidad de mantener, al menos, la imparcialidad en los gestos, risas y comentarios” y no lo están haciendo”. Sémper ha señalado al representante del PNV, Iñigo Iturrate “que no deja de mofarse continuamente de las intervenciones haciendo gestos y aspavientos”: Los miembros de la mesa tiene la obligación de mantener la seriedad y el rigor, sino difícilmente podrá ordenar y callar al resto de parlamentarios".

Tras el incidente, se ha procedido a la votación que ha permitido, con la única oposición del PP, la tramitación de la propuesta que plantea que por ley el aprendizaje del euskera sea gratuito hasta el nivel B2. Cuando la medida sea incluida en la ley el Gobierno vasco debería comprometerse a incluir la financiación suficiente en sus presupuestos para sufragar el aprendizaje de euskera a todos los ciudadanos que lo deseen.